Más de 800 millones de personas sufren hambre en el mundo: ¿se cumplirá el objetivo de la Agenda 2030?

Un niño recibe una ración de comida en un campamento de desplazados en Rwanda. / ONU
Un niño recibe una ración de comida en un campamento de desplazados en Rwanda. / ONU
Cinco organismos de la ONU han detallado el retroceso que sufre el mundo en materia alimentaria y cómo los fenómenos climáticos inciden en esta situación.
Más de 800 millones de personas sufren hambre en el mundo: ¿se cumplirá el objetivo de la Agenda 2030?

Los Objetivos de la Agenda 2030 están cada vez más lejos de cumplirse. De hecho, cinco organismos de la ONU han presentado la edición correspondiente a 2022 donde indican que “el mundo está retrocediendo en sus esfuerzos por acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la desnutrición”.

En este sentido, el informe elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), manifiesta que el hambre aumenta cada vez más, situándose en 828 millones en 2021, lo que supone un aumento de 46 millones respecto al año anterior.

Incluso, estiman que para el 2030, aproximadamente 670 millones de personas, es decir, el 8% de la población mundial, padecerán el hambre. Cifra que no se aleja a la calculada en 2015, cuando se adquirió el compromiso de acabar con esta tragedia de inseguridad alimentaria y malnutrición.

Las mujeres son más vulnerables

De acuerdo con el estudio, en 2021 hubo un incremento de las personas que padecieron de inseguridad alimentaria, dando como resultado una cifra total de 2300 millones. Es decir, 350 millones más que al principio de la pandemia. Sin embargo, el mayor impacto lo sintieron las mujeres, pues un 31,9% de ellas sufrieron de este flagelo, mientras que la proporción para los hombres fue del 27,6%, lo que representa una brecha de género de 4 puntos porcentuales.

No obstante, esto no es lo peor, pues casi 45 millones de niños menores de cinco años presentaron emaciación, el cuadro de desnutrición más letal, ya que aumenta hasta doce veces el riesgo de muerte.

Además, 149 millones de estos niños menores de cinco años tenían retraso en el crecimiento y el desarrollo debido a la falta crónica de nutrientes esenciales en sus dietas, mientras que 39 millones tenían sobrepeso.

Por otro lado, existe un avance en la lactancia materna exclusiva, pues casi el 44% de los bebés menores de seis meses del mundo fueron alimentados solo con leche materna en 2020. Sin embargo, la cifra está por debajo del objetivo del 50% estipulado para finales de la década.

Crisis alimentaria

Asimismo, el estudio señala que existe una crisis de alimentos debido a los frecuentes eventos climáticos extremos y ahora, a la guerra en Ucrania, que involucra a dos de los mayores productores mundiales de cereales básicos, semillas oleaginosas y fertilizantes. Lo que eleva aún más los precios, incluidos los de la fórmula terapéutica para niños con desnutrición severa.

Por consiguiente, los diversos organismos consideran pertinente reorientar “el apoyo alimentario y agrícola” para enfocarse en alimentos nutritivos ya que el consumo pér capita de estos no coincide con los niveles recomendados para dietas saludables.

“La evidencia sugiere que si los gobiernos reorientan los recursos que están utilizando para incentivar la producción, el suministro y el consumo de alimentos nutritivos, contribuirán a que las dietas saludables sean menos costosas, más asequibles y equitativas para todos”, destacan. Además, plantean que los gobiernos podrían presentar alternativas para reducir las barreras comerciales a las frutas, verduras y legumbres.

América Latina y el Caribe

En esta región la situación no es mejor. Hay más hambrientos, más desnutridos y por supuesto, más personas en condiciones “extremadamente graves”. De hecho, Julio Berdegué, representante de la FAO para América Latina y el Caribe, sostiene que “en solo dos años, trece millones de personas han caído en el hambre. Y cuatro de cada diez viven con inseguridad alimentaria, mientras que todavía tenemos que prepararnos para los impactos de la crisis alimentaria actual, incluida la guerra en Ucrania”.

Y es que en la región se concentra el 7,4% de la población mundial que sufre hambre, es decir, más de la mitad de las personas hambrientas que viven en Asia y más de un tercio de las de África.

De igual forma, los organismos destacan que el hambre casi se ha duplicado en América del Sur desde 2015, pero es el Caribe con más del 16% quien presenta la mayor proporción de población hambrienta en la región, pues en el Centro y Sudamérica el número es de un 8%.

Para finalizar, Berdegué expresó que “estamos frente a una cris compleja y de proporciones, que requiere acciones sin precedentes, no solo de los gobiernos sino de todos los actores del sistema agroalimentario regional”. @mundiario

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