Según una investigación, el cambio climático altera la duración del sueño

Una persona con sueño. / Pexels.com.
Una persona con sueño. / Pexels.com.

El estudio indica que las mujeres sufren más de este fenómeno que los hombres, aunque el fuerte estuvo en Marruecos y Sudáfrica y unos pocos en América Latina.

Según una investigación, el cambio climático altera la duración del sueño

El cambio climático incide hasta en el sueño. De hecho, según el nuevo estudio encabezado por la Universidad de Copenhague, Dinamarca, para 2099 las noches calurosas podrían robarnos entre 50 y 58 horas de sueño por persona y año.

Asimismo, la investigación publicada en la revista One Earth, establece que la temperatura adecuada para dormir ronda entre los 17° y 18°C, de lo contrario, el calor ambiental afectaría la termorregulación de la temperatura corporal causando un impacto en la duración total del sueño.  Así que se acorta la duración total. Los humanos de la muestra duermen en torno a 7,1 horas, la mitad de los mayores no llegan ni a eso y los de mediana edad tienen vigilias más largas entre semana que los fines de semana.

Beneficios del aire acondicionado

Por su parte, Kelton Minor, primer autor del estudio y miembro de la universidad de Copenhague, manifestó que “en este estudio, aportamos la primera prueba a escala planetaria de que las temperaturas más cálidas que la media erosionan el sueño humano”.

En este sentido, los datos de sueño almacenados en las pulseras de 47.000 personas de 68 países estima que “aproximadamente, una sola noche calurosa en una ciudad de una población equivalente a 100.000 adultos provocaría que alrededor de 3.500 adultos adicionales tuvieran una noche de peor comparación con las noches en que la temperatura se acercaba a la media nocturna global”, sentenció.

Para concluir, se planteó que el impacto negativo es más acusado en los países de niveles medios y bajos de desarrollo que en los más avanzados. Situación que posiblemente se deba al acceso a aire acondicionado, sin embargo no se pudo comprobar. Además, los científicos expresaron su deseo de colaborar con sus homólogos, investigadores del sueño y proveedores de tecnología para ampliar el alcance de los análisis globales del sueño y el comportamiento a otras poblaciones y contextos. @mundiario

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