Las infecciones son las principales causas de muerte de los niños menores de cinco años

Un niño en un hospital. / Pexels
Un niño en un hospital. / Pexels

La OMS hizo un llamamiento para incentivar el desarrollo de medicamentos para niños, el cual lleva un retraso de casi una década en comparación con el de los adultos.

Las infecciones son las principales causas de muerte de los niños menores de cinco años

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó este viernes un trabajo que indica que el desarrollo de antibióticos pediátricos debe ser prioridad. Según el científico jefe de la agencia sanitaria de la ONU, John Reeder, “el establecimiento de prioridades es el primer paso para incentivar la investigación y el desarrollo”.

Y es que, en todas las áreas de enfermedad, el desarrollo de medicamentos para niños lleva un retraso inaceptable de casi una década con respecto al de los adultos debido, en parte, a las pocas inversiones y a la falta de incentivos de mercado. De hecho, la OMS dijo que se ha producido un descenso en el número de antibióticos en desarrollo, de los 31 que existían en 2017, la cifra bajó a 27 en 2021.

Ahora bien, las infecciones bacterianas, especialmente la neumonía, la sepsis neonatal y las infecciones gastrointestinales, siguen siendo las principales causas de mortalidad infecciosa entre los menores de cinco años en todo el mundo. Una situación que se asocia a la falta de acceso a los medicamentos existentes y a servicios de laboratorio microbiológico de alta calidad, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.

Formulaciones adecuadas

Ante esta situación, la OMS y los asociados de la Red Mundial de Aceleración de las Formulaciones Pediátricas han redoblado sus esfuerzos para cumplir con el acceso a medicamentos y han ampliado las actividades para garantizar que los menores dispongan de formulaciones adecuadas.

El trabajo publicado este viernes incluye tres antibióticos que ya tienen una indicación pediátrica, pero para los que falta una fórmula óptima: amoxicilina-clavulánico, azitromicina y nitrofurantoína. Mientras que, el cefiderocol, un antibiótico de reserva para el tratamiento de infecciones causadas por bacterias multiresistentes en adultos, sigue investigándose para su uso en lactantes y niños.

Definir las prioridades antibióticas pediátricas es vital. La resistencia a los antimicrobianos complica aún más la situación. De hecho, la agencia sanitaria la ha declarado como una de las 10 principales amenazas para la salud pública mundial y está trabajando rápidamente con sus socios para combatirla. @mundiario

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