Calor, viento y sequedad del suelo: la combinación perfecta para avivar los incendios

Incendio en el Monte Galleiro, en Pazos de Borbén, en 2017. / Contando Estrelas
Incendio en el Monte Galleiro, en Pazos de Borbén, en 2017. / Contando Estrelas

Toledo, Tarragona, Lleida y Castellón han sufrido una serie de incendios que han acabado con más de 13.000 hectáreas.

Calor, viento y sequedad del suelo: la combinación perfecta para avivar los incendios

Las altas temperaturas registradas en España mantienen en vilo a las autoridades y a la sociedad civil, pues se ha desencadenado una ola de incendios forestales que arrasan con diversas hectáreas. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avisó este viernes que dieciséis comunidades autónomas del país han teñido de naranja o amarillo el mapa por la creciente ola de calor presente en Europa Occidental, siendo la Península y Baleares quienes en más riesgo están de vivir un incendio, exceptuando solo a Canarias.

Mientras tanto, ocho comunidades siguen batallando contra las llamas. Solo en la reserva de la Sierra de la Culebra (Zamora) el fuego ha consumido casi 9.000 hectáreas de terreno, desde que un rayo encendió unas chispas la noche del miércoles.

Por su parte, Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, ha calificado la situación con el incendio como complicada, pues hay “mucho viento, mucho calor y nada de humedad, además de una orografía muy complicada, por lo que se han dado las condiciones ideales para su expansión”.

Ante esto, los habitantes de Boya, Villardeciervos, Cabañas de Aliste, Palazuelo de las Cuevas, Pobladura de Aliste, Torres de Aliste, Mahíde y San Pedro de las Herrerías, han sido desalojados de sus hogares y han cortado el acceso a tres carreteras debido a los intensos vientos de 40 kilómetros por hora que extienden las llamas hasta la copa de los pinos, la zona del oeste de Zamora de gran riqueza medioambiental y faunística.

Fuegos en Cataluña

En esta comunidad del noroeste de España hay tres incendios activos, de momento, el más preocupante es el de Lladurs en Lleida, pues tiene un potencial crecimiento de hasta 50.000 hectáreas y se encuentra en una zona de difícil acceso.

Sin embargo, David Borrell, jefe operativo de los Bomberos, sostiene que el fuego en Lladurs está perimetrado, pero no estable, además mencionó el incendio de Artesa de Segre, también el Lleida, donde ya hay unas 2.000 hectáreas quemadas con tendencia a aumentar.

Como si fuera poco, este viernes varios rayos han provocado pequeños fuegos en las zonas de Peramola, Coll de Narbó y Cabó, en Lleida, que en algún caso han generado grandes columnas de humo. Mientras tanto, Claustre Sunyer, alcaldesa de Castellar de la Ribera, en la localidad, ha pedido “no bajar la guardia”.

Por otro lado, el incendio de Andalucía el 8 de junio dio inicio a la “temporada de fuego” y acabó alrededor de 5.000 hectáreas. En Aragón, la situación es similar, 1.200 hectáreas fueron arrasadas por un incendio que inició en una finca de cultivos frutales próxima a la población; sin embargo, no se conoce qué lo originó. @mundiario

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