Bruselas lanza una batalla contra el ‘blanqueo ecológico’ de las empresas

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. / @vonderleyen.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. / @vonderleyen.

La nueva propuesta de la Comisión Europea busca evitar la proliferación de nuevas etiquetas medioambientales públicas y privadas.

Bruselas lanza una batalla contra el ‘blanqueo ecológico’ de las empresas

La Comisión Europea recordó que no todos los productos que se venden son respetuosos con el medio ambiente. De hecho, una encuesta llevada a cabo desde 2020 revela que el 53,5% de las afirmaciones ecológicas de empresas y productos, desde ropa a detergentes o hasta alimentos, son “vagas, engañosas o infundadas” y que el 40% de ellas carecían de fundamento. Ahora bien, para combatir este greenwashing o ‘blanqueo ecológico’ y de paso proteger tanto a consumidores como a las empresas que sí cumplen los estándares, Bruselas ha presentado este miércoles una propuesta para unificar los criterios contra el lavado de imagen verde “y las afirmaciones medioambientales engañosas”.

La propuesta, que todavía debe ser revisada y validada por el Parlamento y el Consejo europeo, busca evitar la proliferación de nuevas etiquetas medioambientales públicas y privadas. Por ejemplo, si una camiseta está hecha con botellas de plástico reciclable, tendrá que verificarse de forma independiente y la empresa creadora deberá ofrecer pruebas científicas que sustenten este enunciado.

El comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, explicó a El País que para ser verde de verdad y recibir una calificación como tal, debe comprobarse que “toda la cadena de valores del producto es fuertemente verde, para que no haya un greenwashing o, básicamente, se esté engañando al consumidor”.

Según Sinkevicius, el objetivo es simple; garantizar que el consumidor pueda hacer una compra informada, como que las empresas que sí cumplen lo que afirman logren una ventaja competitiva y mayor protección frente a otras que se limitan al blanqueo ecológico.

Medidas claras

Una de las preocupaciones que tiene la Comisión Europea son las etiquetas que proliferan y que, aseguran, generan mucha confusión entre los consumidores. Por ello, Bruselas alienta a la creación de “sistemas de etiquetado europeos”. En el caso de los etiquetados privados, la normativa prevé que solo se permitan “si demuestran una ambición medioambiental más grande que la existente”, y siempre bajo condición de lograr una aprobación oficial previa. En cualquier caso, las etiquetas medioambientales deben ser “transparentes, verificadas por terceros y revisadas regularmente”. Con esto, Bruselas también busca impulsar su propia etiqueta, la "EU Ecolabel".

Asimismo, se requerirán que los Estados miembros efectúen “comprobaciones regulares” de las afirmaciones y, en caso de constatar irregularidades, obligar a la empresa infractora a “adoptar acciones efectivas y rápidas para remediar la infracción”, con la posibilidad de imponer sanciones “eficientes, proporcionadas y disuasorias” en caso contrario. @mundiario

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