Las áreas marinas protegidas son las que sufren más pesca de arrastre

Pesca de arrastre. / Oceana
Pesca de arrastre. / Oceana

De acuerdo con Oceana, estas actividades son muy destructivas “porque arrasan el fondo marino y exterminan todo tipo de vida”.

Las áreas marinas protegidas son las que sufren más pesca de arrastre

El arrastre de fondo es una práctica utilizada por la industria pesquera en todo el mundo. Sin embargo, un estudio llevado a cabo por Oceana sostiene que este mecanismo se practica hasta nueve veces más dentro de las áreas marinas protegidas que en el resto de las zonas marinas.

Esta ONG señala que el arrastre de fondo es un tipo de pesca de los más dañinos para el medio marino. No obstante, el estudio concluye que la red europea Natura 2000 de espacios protegidos, que cubre un 8% de la superficie marina española (88.000 km2, aproximadamente la superficie de Andalucía), habría soportado 600.000 horas de arrastre aparente en 2021, lo que equivale a una media de 7 horas por cada km2 de superficie marina protegida, mientras que por fuera de estas zonas la intensidad fue 0,8 horas por km2.

Ante esta situación, Silvia García, científica marina senior de Oceana, denunció que el “arrastre está ejerciéndose con más intensidad en aquellas zonas protegidas donde precisamente debería estar prohibido”. Esto “afecta tanto a las especies y hábitats, como indirectamente al conjunto del ecosistema, y por tanto el daño es de gran alcance y duradero”, agregó.

Por consiguiente, insta al Gobierno a abordar de una vez los impactos de la pesca en las áreas protegidas; “no hacerlo conlleva un incumplimiento de sus obligaciones establecidas por las leyes ambientales”.

Un problema antiguo

La organización ambientalista ya había presentado su informe ‘Parques de papel en España: arrastre de fondo en áreas marinas protegidas’, en el que relataban la alta incidencia que tuvo la pesca de arrastre sobre las AMP españolas en 2020. Y es que, la existencia de zonas de alto valor natural, como las designadas bajo el proyecto LIFE+INDEMARES, fueron las más afectadas por este tipo de pesca.

Sin embargo, al hacer una comparación con los registros de 2021, se evidenció que aquel primer análisis habría subestimado el impacto de la actividad, posiblemente por el descenso de la pesca a causa de la pandemia por la Covid-19. En este sentido, Oceana señaló que en aquellas zonas Natura 2000, especialmente designadas para la protección del fondo marino, las horas de arrastre se han incrementado un promedio de 42% respecto a 2020.

Asimismo, la organización emplaza a España a acelerar la designación de nuevas áreas marinas protegidas hasta alcanzar el 30% para 2030, incluyendo un tercio con protección estricta, recordando además que las actividades como el arrastre de fondo son incompatibles con el medio. @mundiario

Comentarios