¿Es que Zimbabue se dirige hacia la democracia o hacia otra dictadura?

Robert Mugabe, expresidente de Zimbabue. / RR SS
El dictador depuesto, Robert Mugabe. / RRSS

Mugabe y su poderosa esposa han sido derrocados en un aparente golpe de Estado orquestado por el vicepresidente. Entonces, ¿Habrá transición del país hacia la democracia o se amarrará a otro dictador?

¿Es que Zimbabue se dirige hacia la democracia o hacia otra dictadura?

Durante décadas, Robert Mugabe gobernó Zimbabue de una manera despiadada e incluso imprudente. Por casi 40 años, convirtió la "joya de África" en un caso de desastre económico que ha visto en sus índices una inflación de hasta el 800 por ciento.

Pero todo parece haber cambiado luego de que a última hora de la noche del 14 de noviembre, los servicios de seguridad del país detuvieran al presidente de 93 años y le pusieran bajo arresto domiciliario en lo que parecía ser un golpe militar. El paradero de su poderosa esposa, Grace, no está confirmado. Morgan Tsvangirai, un viejo rival que había estado recibiendo tratamiento contra el cáncer en el extranjero, regresó a Harare después del golpe militar del miércoles.

Se dice que Tsvangirai mantiene conversaciones con líderes militares y con el vicepresidente sobre una administración que incluye a la oposición, además del respaldo tácito de aliados regionales clave, pero nada de esto ha sido confirmado.  ¿Estallará la violencia? ¿Es este realmente el final de la era de Mugabe? No se sabe. Ni siquiera parece que el vicepresidente Emerson Mnangagwa, el mismo que parece haber orquestado el derrocamiento, sepa cómo resultará su táctica. Lo que sí es un hecho es que Zimbabue está lista para ver su primera transición de liderazgo real desde 1980 (autoritario o no). 

¿Democracia o dictadura?

Los eventos se han movido rápidamente en las últimas 24 horas, y algunas de las grandes preguntas siguen sin respuesta. Si Mnangagwa toma oficialmente el poder, lo primero que se desconoce es si gobernará por decreto o improvisará un gobierno de transición. No está claro si Mnanangwa y sus aliados tienen algún interés real en la introducción de la democracia en Zimbabue. Para hacerlo, tendrían que celebrar una elección dentro de un período de tiempo razonable, es decir, no más de seis meses.

Los golpes militares no tienen un historial prometedor de marcar el comienzo de la democracia. Estudios recientes encuentran que, si bien los "golpes de democratización" se han vuelto más frecuentes en todo el mundo, su resultado más común es reemplazar una dictadura en ejercicio con un "grupo diferente de autócratas". Las señales son mixtas hasta el momento.

Y la evolución de esas señales dependerá de Mnangagwa, un realista de mente dura que fue fundamental para asegurar el gobierno de cuatro décadas de Mugabe. Mnangagwa tiene un historial atroz en materia de derechos humanos. Muchos lo consideran responsable de supervisar una serie de masacres ocurridas entre 1982 y 1986 conocidas como el "Gukurahundi", en las que murieron aproximadamente 20.000 civiles del grupo étnico ndebele.

Más recientemente, en 2008, los grupos de la sociedad civil acusaron a Mnangagwa de orquestar la violencia electoral contra la oposición política y amañar las encuestas a favor de Mugabe. Todo esto sugiere que podría convertirse en otro dictador más en la historia de este país africano. @mundiario 

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