Los yihadistas han tenido a España en su mira durante mucho tiempo
Una combinación de historia y la tensión social convierte a España en tierra fértil para el reclutamiento extremista.
La carnicería de Barcelona y el tiroteo sobre cinco terroristas en la localidad costera de Cambrils, a 75 kilómetros de distancia, no constituyen la primera vez que España se ve víctima del terrorismo yihadista.
El hecho de que existiera una brecha de 13 años entre estos incidentes y los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004 no debe interpretarse como una pérdida de interés de los terroristas sobre un objetivo estratégico de larga data. De hecho, sólo la diligencia y la eficacia de los servicios de seguridad y de inteligencia del país han impedido nuevos ataques.
Según fuentes gubernamentales, unos 180 yihadistas fueron arrestados en los cuatro años previos a julio de 2016. Mientras tanto, se cree que las intervenciones de los organismos encargados de hacer cumplir la ley, con habilidades investigativas perfeccionadas por décadas de experiencia en la lucha contra el terrorismo por parte de los separatistas vascos, han sido las responsable de que haya habido menos de 15 grandes ataques desde 2011.
No todas las conspiraciones fueron típicas en España. Una que fue frustrada en 2011 apuntó a envenenar el abastecimiento de agua en los campings y centros turísticos con productos químicos. Esto fue aparentemente en respuesta a la muerte de Osama bin Laden. Las búsquedas en los hogares de sospechosos detenidos durante las operaciones descubrieron videos cifrados con mapas detallados de las principales ciudades españolas, fotos y planes de edificios clave, así como guías para el manejo de explosivos.
Según datos de las oficinas encargadas, los rangos yihadistas que combaten en Siria incluyen actualmente más de 100 combatientes de nacionalidad española o antiguos residentes de España. Estos son algunos de los miembros más fanáticos de los grupos terroristas, y sus llamadas activas para atacar España sirven de inspiración para los seguidores que todavía están en el país.
España es un objetivo clave
Este vasto potencial no se pierde en organizaciones como el Estado islámico, que se ha responsabilizado del ataque de Barcelona. Se sabe que el grupo está interesado en extender su teatro de operaciones más allá de Siria e Irak para demostrar que no es una fuerza gastada. España fue mencionada 24 veces en videos yihadistas, boletines informativos, y otras formas de propaganda en línea durante un período de cinco meses en 2016. Es un indicador confiable de que el país ibérico está firmemente fijado como lugar de interés de los terroristas.
Existen razones geopolíticas para este interés vivo y permanente. España ha sido durante mucho tiempo un aliado activo de los Estados Unidos, particularmente con el gobierno actual. Para los yihadistas, el país es un miembro clave de la coalición militar internacional que "ocupa" las tierras musulmanas.
Como no recordar la fotografía de José María Aznar, junto a George Bush y Tony Blair en las Azores en marzo de 2003, sellando el pacto que condujo a la invasión de Irak y que sirvió para establecer al país como un enemigo del Islam en las mentes terroristas.
Menos de un año después, Aznar fue expulsado del cargo debido a las consecuencias políticas de los atentados de Madrid. Su sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció inmediatamente que sacaría a las tropas españolas de Irak. Al-Qaeda fue rápido para destacar esta secuencia de causa y efecto en la posterior propaganda.
El gobierno español ha adoptado recientemente una postura menos activa en Oriente Próximo. Se ha negado a unirse a ataques aéreos en países como Siria, por ejemplo. Sin embargo, el gobierno no critica a sus aliados en sus esfuerzos, por lo que los yihadistas siguen viendo a España como un objetivo legítimo.
Varios problemas históricos agravan la amenaza que plantean estos grupos. Es importante recordar que una de las prioridades de la ideología yihadista es el restablecimiento de las fronteras originales del califato. España es considerado el ocupante ilegítimo de Al-Ándalus (territorio islámico ibérico), el territorio medieval bajo control musulmán e influencia cultural entre 711 y 1492. La reconquista de Granada, la última basílica islámica de España, por parte de los Reyes Católicos llevó a conversiones forzadas y expulsiones en masa de musulmanes.
Varias referencias en la propaganda yihadista a España hacen hincapié en que el país forma parte de la umma (la comunidad supranacional de los pueblos islámicos), a pesar de haber sido capturado por "infieles". Las reivindicaciones territoriales son completamente irrealistas hoy en día, pero no bastante, encuentran un acorde útil entre los yihadistas radicalizados desesperados por una causa en la que creer.
La historia de España, tanto en su pasado reciente como en el más lejano, la hace particularmente vulnerable al terrorismo yihadista, por lo que es improbable que estos terribles acontecimientos hayan sido una sorpresa. Si bien nada de esto legitima la ideología adoptada por el Estado islámico, explica de alguna manera cómo funciona la organización y cómo convence a los seguidores de que ciudades como Barcelona deben ser blanco de su violencia.
