Los votos del BNG podrían llegar a valer como los del PNV en la política estatal

Ana Pontón. / RTVE
Ana Pontón. / RTVE
Es la hora histórica del BNG. Si, como parte del pragmatismo que exhibe ahora el BNG, se produjese un acercamiento al PNV, los efectos sobre el Gobierno estatal serían determinantes. Nada de esto escapa a la atención de la actual dirección nacionalista.
Los votos del BNG podrían llegar a valer como los del PNV en la política estatal

El extraordinario resultado de los nacionalistas gallegos el pasado día 12 trasciende a su organización e incluso a la política gallega. El largo camino recorrido durante décadas comienza a fructificar tras algunos éxitos parciales. Donde Beiras no supo y Quintana no pudo, Ana Pontón ha logrado la hegemonía de la izquierda y la total absorción del voto de las Mareas y de Podemos.

Sus virtudes como líder son notables: rigor, moderación, constancia. Suficientemente joven como para tener ante sí un largo ciclo político y con sobrada  experiencia. El escaso peso institucional de su grupo, con pocas aunque relevantes alcaldías como Pontevedra, Carballo o Allariz, no puede hacer olvidar que sus votos sostienen a muchos alcaldes y presidentes de Diputación socialistas. Es probable que desde ahora exijan mayor visibilidad en dichos gobiernos, para consolidar en su momento una alternativa municipal, invirtiendo los actuales gobiernos de coalición. A su favor cuentan con el apoyo mayoritario del electorado más dinámico.

También cuentan con la colaboración involuntaria del PSOE, cuya dirección no parece haberse enterado de los resultados, ni de qué el proceso de relevo ha comenzado ya. Su contribución al éxito del BNG, por acción y por omisión nadie se la agradecerá.

Sin embargo es en la política nacional donde los resultados tendrán mayor influencia a medio plazo. Hasta ahora, su único diputado ha apoyado a la coalición que preside Sánchez, obteniendo en contrapartida escasos gestos del Ejecutivo central. Si en las próximas elecciones generales, que pueden ser en cualquier momento a partir de enero, el BNG mejora sus resultados, lo que dado el sistema electoral es muy viable, podrían llegar a valer como los del PNV.

Por otra parte, en el escenario estatal, el nacionalismo gallego se ha aliado siempre  con Bildu. Si, como parte del pragmatismo que exhibe ahora el BNG, se produjese un acercamiento al PNV, los efectos sobre el Gobierno estatal serían determinantes. Nada de esto escapa a la atención de la actual dirección nacionalista. Si quieren evitar la esterilidad de Beiras o la rivalidad extrema de Quintana con sus socios,  que llevó al fracaso del Gobierno Touriño, deben acentuar el pragmatismo y mantener la hegemonía de la izquierda con propuestas viables y sólidas. El escaparate estatal, político y mediático, lo tendrán a favor como grupo revelación. Nunca los suyos, Castelao incluido, soñaron llegar a tanto. @mundiario

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