En tu voto está el futuro: si no lo haces… otros lo harán por ti

Una urna electoral.
Una urna electoral.

Si algo no puede ni debe hacer la ciudadanía es prestar oídos al desánimo. Eso sería hacer el juego a los que llevan tiempo pretendiendo que tolerancia, libertad de conciencia, libertades civiles, derechos sociales y laborales, al igual que el empleo estable y de calidad, sean objetos de museo.

En tu voto está el futuro: si no lo haces… otros lo harán por ti

Tras cinco años de prisión por haber tenido la osadía  de traducir a la lengua del vulgo la Biblia, en concreto el Cantar de los Cantares, para indignación de los escolásticos más recalcitrantes, Fray Luis de León, agustino, judeo-converso, moralista y asceta, una de las plumas más brillantes de la etapa final del Siglo de Oro español, al reanudar las clases en la Universidad salmantina despachó la ausencia con un escueto, “Dicebamus hesterna die” (decíamos ayer…) Esta frase, objeto de cita en múltiples ocasiones, tiene plena vigencia en nuestro panorama.

Decíamos ayer que el acuerdo Ciudadanos-PSOE era de imposible casación con el emergente Podemos… y seguimos diciéndolo hoy… Decíamos ayer que al PP es quimérico desposarlo, salvo con Ciudadanos… y seguimos diciéndolo hoy. Decíamos ayer que el Sr. Iglesias Turrión era remiso a un pacto con el Sr. Sánchez y por sus palabras y obras seguimos diciéndolo hoy. Decíamos ayer que las matemáticas electorales iban a configurarse muy similares a las de la legislatura terminada en coitus interruptus. Seguimos diciéndolo hoy a la luz de lo que van desgranando las encuestas… Los bloques aparentan mantenerse inamovibles en su conjunto dentro de lo volátil del escenario. Lo único nuevo será un tema de tono no menor el orden de las prelaciones… La mayor o menor subida de la suma heterogénea de Podemos-Mareas-Compromis-Barcelona en Común – Comandos Anticapitalistas-Ecologistas – IU,  por un lado y del Partido Socialista Obrero Español por otro.

Los socialdemócratas (PSOE), caso de bajar escaños, tendrán un severo problema interno (otro más)

Los socialdemócratas (PSOE), caso de bajar escaños, tendrán un severo problema interno (otro más). Y, de mejorar posiciones también podrían reverdecer el conflicto de lindes en el Comité Federal, llegada la hora de escoger pareja de baile… Unas líneas rojas cargadas de demonios interiores. Un arma blanca aviesamente afilada, más de cercenar dentro que fuera. Desde el inicio de esta historia interminable le tocaron las peores cartas, sin mejora previsible.

La dirigencia de Podemos cierra filas en sus cuitas, pues a la fuerza ahorcan, y salta en curiosa pirueta desde el revoque áspero con cal viva a la brocha fina con pintura en tonos pastel, en su desvelo por alzarse con la cruz parroquial para encabezar la procesión de la izquierda hispana. Monopolizar una presunta ¿izquierda auténtica? tras la digestión acelerada de la izquierda comunista, y la más compleja deglución de la ¿vieja socialdemocracia? en orden a la “nueva socialdemocracia”, incluyendo en ella a Marx y Engels. Las previsibles carcajadas, el uno en su tumba londinense de Highgate, y las cenizas del otro en Eastbourne arrulladas por las olas, sonarán poderosas e interminables…

Y como decíamos ayer, los números no dan y tercamente vuelven a su diabólica ecuación. Sube PP… baja Ciudadanos, o al revés,… pero no llega para reeditar la CEDA… Sube PSOE y baja la Coalición con tantos vagones que recuerda un tren Alvia de largo recorrido… sigue sin dar…(en principio), igual que a la inversa… Más allá de la victoria pírrica de los egos, -lo que no será  obstáculo menor-, habrá que recurrir a aliados incómodos en la zurda de la Cámara o al abrazo del osos por la diestra…Y en todo caso con la enojosa necesidad de poner negro sobre blanco porque para tal viaje hacían falta estas alforjas. O si sigue imperando el tancredismo… recurrir a una tercera convocatoria… todo es susceptible de empeorar con discípulos de Peter por el medio.

Si a alguno de los actores les encanta hacer bolos por Venezuela, para con cabeza bolivariana zurrar infieles en Castilla, otros observan con creciente  pánico la acelerada indiferencia de quienes hartos ya de rifirrafes estériles, prefieren solazarse con Supervivientes en la Isla o Sálvame de Lux antes que en el púlpito sesgado e indigesto de la Sexta. De los que, más que irse de la casa socialista a la de Podemos, o de esta retornar como hijos pródigos, prefieren entregarse en brazos de la desgana dando espalda a un circo que repite su número hasta la extenuación, enzarzados los actores con sus acrobacias dialécticas cada vez más subidas de tono, ignorando al público…

Sin ser frailes ni eruditos como D. Luis, el hijo del  Sr. Lope de León y la Sra.  Inés Varela, cabe colegir el monumental enfado que está calando en la ciudadanía. La que hace cola en el paro. La que trabajando, apenas  llega entre cabriolas a fin de mes. La que espera meses para hacerse una radiografía. La que ve en la Ley de Dependencia un papel mojado por la insidia neoliberal. La que  espera angustiada que los colegios sigan abiertos en verano para que su hijos no pasen hambre. La que esta dolorosamente harta que tras una vida de trabajo, sus pensiones se conviertan en objeto de chantaje. La que se escandaliza viendo sestear dinosaurios políticos, cuando no corruptos presumibles, en algo que tienen por inútil, el Senado. Aunque tardíamente se enteren de que como todo lo inútil, puede ser perjudicial. Bloquear la acción legislativa o una reforma constitucional al estar en manos de la derecha. Y conocer con vergüenza ajena su libérrima generosidad como empleador, al dar graciosamente disparatadas indemnizaciones por lo que es más habitual hacer en el Senado…nada.

La cita de finales de junio pareciera diseñada a medida de la derecha. Un electorado cada día más escéptico, alejado de un debate que apenas alcanza a  pelea de gallos, que poco o nada dice a sus inquietudes

La cita de finales de junio pareciera diseñada a medida de la derecha. Un electorado cada día más escéptico, alejado de un debate que apenas alcanza a  pelea de gallos, que poco o nada dice a sus inquietudes. Una peligrosa desidia ante los guiños de las urnas, sentidas como ajenas y un hastió entendible, pero inmolador ante una incoherencia interminable.

Es el momento de que alguien despierte de sus estulticias miopes, reiterativas y contemple con visión de estado problemas del calado de la cohesión territorial. Trocando a Cisneros y los Reyes Católicos por el siglo XXI.  De la cohesión social ante la brecha abierta en la que se precipitó la clase media. Abordando la quiebra demográfica que deviene a España en país gravemente envejecido. Que entienda que el bálsamo de las carencias de la industria y la economía no pasan por precarizar y esclavizar la herramienta, el trabajador. Abordar la forma de estado, como país adulto, entendiendo que tras elegir concejales, presidentes de la comunidad de vecinos, diputados, presidentes de clubs, delegados sindicales, incluso a la mujer o al varón con el que compartir la vida, seguramente esté en condiciones de elegir al Jefe del Estado.

En esta instancia, si algo no puede ni debe hacer la ciudadanía es prestar oídos al desánimo

Pero en esta instancia, si algo no puede ni debe hacer la ciudadanía es prestar oídos al desánimo. Seguir el desalentador ejemplo del que tras mucho nadar se ahoga en la orilla. Eso sería hacer el juego a los que llevan tiempo pretendiendo que tolerancia, libertad de conciencia, libertades civiles, derechos sociales y laborales, al igual que el empleo estable y de calidad, sean objetos de museo. Los que niegan en beneficio de los suyos, el principio de idoneidad y el de que no existe más aristocracia que la del talento, la virtud y el mérito al amparo de la libertad.

Cada uno en conciencia. Pero todas y todos, con una papeleta, ese simple papelito que en acto fértil de penetrar  la urna, engendra una realidad política y social distinta. Con su humildad activa, es poderoso detonante con  capacidad de regenerar el estado de postración social en la que se debate el país… Como decíamos ayer… Vota…

En tu voto está el futuro. Si no lo haces… otros lo harán por ti.

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