Vladimir Cerrón, la presencia incómoda del gobierno de Castillo en Perú

Vladimir Cerrón es el líder del partido de Castillo.
Vladimir Cerrón es el líder del partido del presidente Pedro Castillo.
No es parlamentario ni ministro, pero es el hombre detrás del presidente peruano. Cada mensaje suyo es dirigido como un ataque a los moderados de derecha, centro y la izquierda en el país sudamericano. 
Vladimir Cerrón, la presencia incómoda del gobierno de Castillo en Perú

"No hay ningún pacto antidemocrático, lo que hay es una interacción entre el gobierno y el partido de gobierno", escribió Vladimir Cerrón, el hombre detrás de la presidencia del izquierdista Pedro Castillo, en su cuenta de Twitter. A lo largo de este mes, este neurocirujano de profesión y exgobernador regional, se ha convertido en el gran protagonista de la política peruana. No es parlamentario ni ministro, pero es el líder del partido de gobierno. Y cuenta con una influencia propia que provoca una sensación de que es el gobernante de facto. 

A pesar de que Castillo ganó por una pequeña diferencia las elecciones peruanas, se tenía la expectativa de que conformará una gran coalición democrática para superar el clima de división que se quedó en el país andino. Sin embargo, el actual mandatario hizo caso omiso y nombró un gabinete de ministros con varios personajes de la izquierda ultraradical y sin experiencia política. En esta tarea tuvo mucho que ver Cerrón, quien colocó a Guido Bellido, parlamentario y delfín suyo, como primer ministro a pesar de que es investigado por la fiscalía por terrorismo y lavado de dinero. 

Vladimir Cerrón nació hace 50 años en Chupaca, Junín, en el centro de los Andes peruanos. Es hijo de Jaime Cerrón Palomino, un vicerector y profesor universitario de filosofía que fue secuestrado y asesinado por militares en 1990. Las autoridades creían que era uno de los ideólogos de Sendero Luminoso, un grupo terrorista de tesis maoístas que estuvo activo durante esos años. La vinculación de Cerrón Palomino con Sendero nunca fue probada. Vladimir se formó como neurocirujano en Cuba. De ahí regresó con el Che Guevara como referente. En Huancayo, la capital de Junín, ejerció su especialidad, y se ganó el respeto de sus pacientes.

Cerrón siempre tuvo interés por la política. Por eso, fundó el partido Perú Libre con el cual postuló para ser gobernador regional de Junín. Tuvo el triunfo en dos oportunidades. Sin embargo, la justicia lo condenó a cuatro años de prisión por un caso de corrupción en 2019. Estuvo recluido en un penal en los últimos meses de aquel año. Luego, salió en libertad y relanzó a su formación para las elecciones complementarias al Parlamento en 2020. No tuvo el éxito deseado, pero se concentró en la campaña presidencial del 2021. 


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Debido a sus problemas legales, Cerrón declinó en ser el candidato presidencial de su formación y, entonces, buscó a Castillo para que sea su socio político. El maestro sindicalista había ganado notoriedad en 2017 durante la huelga docente que provocó la caída del primer gabinete de ministros del expresidente Pedro Pablo Kucyznski. Entonces, Cerrón se inscribió como aspirante a la segunda vicepresidencia, pero la autoridad electoral lo inhabilitó porque, precisamente, tiene una condena por corrupción que no le permite ejercer cargos públicos. 

Ahora, Cerrón también enfrenta el escándalo conocido como "Los dinámicos del centro", una trama para la venta de permisos de conducción en el gobierno regional por la que ahora se le investiga y podría culminar en su segunda condena. 

POLÉMICO

Durante la segunda vuelta presidencial, Cerrón fue el mayor pasivo de Castillo. Los opositores al entonces candidato izquierdista señalaban que el sentenciado gobernador regional era el que iba a tomar las decisiones en el Ejecutivo.

“Acá las decisiones las toma Pedro Castillo y las toma el pueblo; el señor (Vladimir) Cerrón está impedido judicialmente y no lo van a ver ni siquiera de portero en ninguna de las instituciones del Estado”, decía Castillo. La sospecha no era gratis. 

A lo largo de este mes, Cerrón ha lanzado varios mensajes en su cuenta de Twitter, donde ataca a políticos de derecha, izquierda y centro, que resultan una advertencia al presidente Castillo para que no se aleje de la corriente izquierdista por la cual postuló y ganó. "Por primera vez el pueblo puso un gobierno, dirigido por su vanguardia política Perú Libre. El gobierno y el Partido están sitiados por los poderes fácticos y en estas circunstancias cualquier disidencia es una traición", escribió en su red social. 

El mensaje iba dirigido a Castillo, quien buscó realizar cambios dentro de su gabinete de ministros que solicitará este jueves la investidura en el Parlamento. De hecho, hace una semana, el sociólogo y exguerrillero Héctor Béjar renunció a la Cancillería tras unas polémicas declaraciones sobre el origen del terrorismo en Perú y que, además, motivó el rechazo de la oposición. El diplomático Óscar Maúrtua fue designado como reemplazo, algo que Cerrón rechazó al considerarlo ajeno a la ideología ultraizquierdista de Perú Libre. 

Pero no solo ha cuestionado designaciones, también carga contra los aliados de Castillo. El nombramiento de Pedro Francke, antiguo funcionario del Banco Mundial, como ministro de Economía fue vista como un tanto a favor de los moderados, un sector que también es rechazado por Cerrón y su partido. 

Por cierto, la bancada de Perú Libre también está más alineada a Cerrón que al presidente Castillo. Una prueba es que este jueves estarán con él en una movilización en apoyo al Gabinete de ministros antes de la sesión de investidura en el Parlamento. 

IDEOLOGÍA

La influencia de Cerrón dentro del gobierno de Castillo se debe básicamente a que busca que se cumpla con su ideario político. En concreto, convocar a una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna, cambiar el modelo económico con bastante intervención del Estado y alejarse de la colaboración con Estados Unidos. Además, se ha mostrado abiertamente en contra del matrimonio homosexual y de que las parejas gay puedan adoptar.  Se podría decir que es un izquierdista conservador. 

Muchos observadores pronostican que la presencia de Cerrón, autonombrado como "marxista, leninista y maoista", le impide a Castillo cosechar nuevos aliados políticos. El presidente se enfrenta a una oposición muy hostil en el Parlamento, donde la sombra de la vacancia pulula por las cuestionadas decisiones que se han tomado en los últimos días en Perú. Y su aceptación popular se encuentra en un índice muy bajo. 

Los próximas semanas serán claves para Castillo, quien es opacado por Cerrón que parece ser el gobernante de facto en Perú. @mundiario

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