Un vídeo grabado en la mezquita ceutí de Benzú causa alarma por su contenido

Mezquita de Ceuta.
Mezquita de Ceuta / Mario Sánchez Bueno en Flickr.

La dimensión adquirida, con su intricada red, y la proliferación de distintos movimientos radicales por el islamismo en Europa y en particular en algunas zonas de España parece preocupante.

Un vídeo grabado en la mezquita ceutí de Benzú causa alarma por su contenido

En la mezquita Benzú, de Ceuta, se ha grabado un vídeo donde un individuo a cara descubierta, entre otras cosas proclama ‘Oh, Aláh, te pedimos que atemorices a los opresores injustos con un mal en sus hogares de donde menos se lo esperen, como han atemorizado a nuestros hermanos y a sus familiares en sus hogares’. Parece que la fiscalía estaría estudiando dicho material para determinar si hay causa para acusar de delito a quien ha proferido tan poco veladas amenazas.

La detención de un grupo de individuos, acusados de asociación para delinquir mediante actividades terroristas, desató la polémica entre ciertos sectores de la población musulmana de Ceuta, que, como continuación, se ha visto en el ojo del huracán por la exhibición en una televisión pública del vídeo de una conferencia del señor Benaissa, las declaraciones del señor Laarbi Mateis y el video aludido al principio, subido a Youtube. Comienza a llover sobre mojado y los diferentes gobiernos no parecen bajar de la higuera de sus enredos políticos para hacer verdadera política de Estado.

La dimensión adquirida, con su intricada red y la proliferación de distintos movimientos radicales por el islamismo en Europa y España es preocupante y de ello han dado cuenta analistas de prestigio de distintas instituciones públicas y privadas, así como periodistas y diarios de prensa, que han alertado, por ejemplo, de la conexión del sempiterno presidente de la UCIDERyay Tatary, con los Hermanos Musulmanes.

La UE y sus países miembros, unos más que otros, están expuestos desde hace tiempo a la descarada e impune actividad de yihadistasislamistassalafistas y todo un conglomerado de organizaciones y grupúsculos de manifiesta enemistad con la democracia, el Estado de Derecho y la  civilización occidental, sin que parezca que sus instituciones y los políticos que las capitanean tomen conciencia de la dimensión del problema que se está gestando en nuestras sociedades y de los que los hechos referidos al comienzo son epifenómenos que algún día no lejano, si no se ataja con voluntad política, conciencia social y contundencia legal la raíz del problema, agobiarán a la ciudadanía, haciendo la convivencia imposible.

Dicha convivencia, invocada tantas veces para reclamar comprensión y diálogo por parte de las distintas comunidades musulmanas de España, se ve erosionada fuertemente por la pasividad de entidades y cuerpo social de las mismas, al no observarse la reacción deseable de los mismos para segregar a individuos y organizaciones, modelos de comportamiento, valores de insostenible moralidad y actitudes, que, a la postre, resultan radicalmente incompatibles con lo que muchos musulmanes predican de los significados profundos de las palabras Islam y yihad (paz, armonía y esfuerzo para el crecimiento como personas).

Una vez más a lo largo de nuestra historia, nuestras sociedades y los ciudadanos (entre los que deberían encontrarse decididamente la inmensa mayoría de los musulmanes), se enfrentan a la disyuntiva que en  otras ocasiones se ha resuelto de forma profundamente traumática, ‘o civilización o barbarie’.

 

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