El vicepresidente de Kuczynski asumirá el poder en medio del desprestigio de la política peruana

El presidente Pedro Pablo Kuczynski y su sucesor Martín Vizcarra en mayo del 2017 - Twitter
El presidente Pedro Pablo Kuczynski y su sucesor Martín Vizcarra en mayo del 2017. / Twitter.

Martín Vizcarra llegará en las próximas horas al país para asumir la presidencia tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski por la denuncia de compra de votos para evitar su vacancia en el Parlamento. El exministro de Transportes y Comunicaciones deberá reorganizar el Ejecutivo en medio de la grave crisis política. 

El vicepresidente de Kuczynski asumirá el poder en medio del desprestigio de la política peruana

La grave crisis política que existe en Perú tras la renuncia del presidente Pedro Pablo Kuczynski podría tener la solución en una persona que, en estos momentos, se encuentra en un avión rumbo a Lima: Martín Vizcarra. El primer vicepresidente, quien cumplía funciones como embajador diplomático en Canadá, le corresponde -según la Constitución peruana- asumir las funciones dentro del Gobierno y cumplir el mandato hasta el 28 de julio del 2021. 

El ingeniero y exgobernador regional de Moquegua, un hombre sereno y perfil bajo, mostró su indignación la noche de ayer en Twitter tras el anuncio de dimisión de Kuczynski Godard. Además, anunció su regreso al país para relevar en el cargo al economista que gobernó por un año y siete meses en medio de constantes disputas con la oposición en el Congreso, donde se llegó a censurar hasta cinco ministros. 

Martín Vizcarra fue el centro de la atención política en medio del segundo proceso de vacancia del presidente Kuczynski desde hace unas semanas. Su silencio ante el intento de sacar del poder al mandatario peruano provocó suspicacias dentro del oficialismo, donde varios de sus voceros le pedían que se pronunciara ante las versiones de que era parte de un pacto con el fujimorismo. 

Mercedes Aráoz, primera ministra y segunda vicepresidenta de la República, llegó incluso a responder a los periodistas, cuando se aprobó a tramite la moción de vacancia con Kuczynski en el Congreso, que no le mencionaran su nombre. En aquella oportunidad se evidenció cierta división dentro de la plancha presidencial que derrotó -por un pequeño margen- a la actual lideresa opositora Keiko Fujimori.

Tras asumir el 28 de julio del 2016 el nuevo Gobierno, Martín Vizcarra tuvo un rol protagónico ya que fue nombrado ministro de Transportes y Comunicaciones. Sin embargo, el escándalo de la agenda para la construcción del Aeropuerto de Chinchero, Cusco, tuvo como consecuencia su renuncia debido a que iba a ser involucrado penalmente en un informe por la Contraloría General de la República en el millonario pago al consorcio Kuntur Wasi. 

Con este antecedente, lo nombraron embajador en Otawa. Desde esa ciudad, Vizcarra perdió cierto peso político dentro del Ejecutivo que -en la última parte del año pasado- tuvo que enfrentarse a las investigaciones de la comisión parlamentaria Lava Jato respecto a los nexos de Kuczynski y la constructora brasileña Odebrecht, que desencadenaron ayer en su renuncia presidencial.   

El vicepresidente deberá enfrentar, cuando aterrice en Lima, una situación complicada para el país. Según el Barómetro de las Américas, difundido el martes, el 91% de los peruanos cree que la mitad o más de los políticos están involucrados en actos de corrupción. De acuerdo a la misma encuesta regional, Perú es uno de los ocho países que menos defienden la democracia en la región: un 38% señala que apoyaría un golpe presidencial.  En pocas palabras, la debilidad de la política peruana sigue latente.  

El impacto de Odebrecht también contribuyó a la crisis política. Jorge Barata -exsuperitendente de la empresa brasileña- reveló a fines de febrero que se aportó a las campañas de los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006 -2011) y Ollanta Humala (2011-2016), a la excandidata presidencial Keiko Fujimori, y a la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán

Según diversos analistas políticos, Martín Vizcarra tendrá la difícil tarea de conformar un Gobierno de ancha base para evitar los intentos de la oposición fujimorista de no dejarlo gobernar. La convocatoria de independientes sería la clave para recomponer su primer Gabinete Ministerial que nació débil tras el indulto al autócrata Alberto Fujimori, que provocó la perdida de apoyo de grupos políticos y la ciudadanía con Kuczynski, quien no pudo sostener su presidencia y tuvo que dimitir antes de que sea el segundo jefe de Estado vacado en la historia peruana. @mundiario


 

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