Media españoles, salvo excepciones, se han dedicado a descalificar y no a integrar
La inmensa mayoría de la prensa española ha difundido frente a las elecciones catalanas un mensaje de confrontación y advertencia, cuando no abierto desprecio.
La inmensa mayoría de la prensa española ha difundido frente a las elecciones catalanas un mensaje de confrontación y advertencia, cuando no abierto desprecio.
Los media españoles, salvo excepciones, se han dedicado a descalificar y no a integrar en la campaña del 27-S. MUNDIARIO, junto con alguna otra prensa vasca y gallega, ha sido de las pocas excepciones en la descalificación, ya no sólo del legítimo movimiento independentista catalán, sino de la propia historia, idioma y referentes culturales catalanes. En realidad, el discurso unionista desde Madrid no se ha basado en la seducción, en la negociación o en el cariño, sino en la descalificación personal y en el desprecio a la identidad e intereses catalanes.
Es difícil, por tanto, generar ilusión cuando el discurso se fundamenta en el desprecio y en la descalificación. Porque esta Brunete mediática se refiere a Catalunya como si se tratase de una propiedad privada española. Por ello su mensaje es siempre de advertencia, amenaza e incluso confrontación.
En estas circunstancias, no es extraño que sean cientos de miles los independentistas. En realidad, uno se pregunta como no hay más.