Las vergonzosas declaraciones de Alberto Garzón en laSexta

La periodista Ana Pastor y el político comunista Alberto Garzón. / laSexta
La periodista Ana Pastor y el político comunista Alberto Garzón. / laSexta

Es irremediable mentar a Venezuela cuando líderes políticos españoles apoyan con sus declaraciones y a veces, con su silencio, a un gobierno, el de Nicolás Maduro, que, a menos que se demuestre lo contrario (cosa que aún no se ha hecho) ha encarcelado a opositores basándose en razones políticas.

Las vergonzosas declaraciones de Alberto Garzón en laSexta

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pide la liberación de los líderes opositores Leopoldo López, coordinador político de Voluntad Popular y encarcelado en la prisión venezolana de Ramo Verde; de Daniel Ceballos, exalcalde del municipio San Cristóbal del estado Táchira; y de Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas, estos últimos en arresto domiciliario y sin posibilidad de recibir visitas por orden del gobierno de Nicolás Maduros.

Amnistía Internacional afirma que el líder de la oposición Leopoldo López debe ser liberado.

El Parlamento Europeo pide la liberación inmediata de López, Ledezma, Ceballos y manifestantes pacíficos detenidos por régimen de Maduro.

Irwin Cotler, exministro de justicia de Canadá y abogado del expresidente surafricano, Nelson Mandela, abogó en el aniversario de la muerte del Premio Nobel de la Paz por la liberación del líder opositor venezolano, Leopoldo López, así como de los presos políticos de Venezuela, Mauritania e Irán.

Diferentes gobiernos como el de Colombia, el de España, Canadá… expresidentes de gobiernos como el de EEUU, Perú, Chile, Uruguay, México, Bolivia, Ecuador… han pedido la liberación de los presos políticos en Venezuela, entre ellos Leopoldo López.

En fin, sirva lo anterior como ejemplo de la conciencia mundial ante los presos políticos encarcelados por Nicolás Maduro por levantar su voz pacíficamente en contra del tipo de política que aplica Maduro en su país. 

Es irremediable mentar al país sudamericano que en tan grave situación se encuentra, más aún cuando líderes políticos españoles que quieren aplicar su ideología en el sistema político, económico y social español, apoyan con sus declaraciones y a veces, con su silencio, a un gobierno, el de Nicolás Maduro, que, a menos que se demuestre lo contrario (cosa que aún no se ha hecho) ha encarcelado a opositores políticos basándose en razones políticas.

Dicho esto, aquí en España, tenemos personajes que con tal de no consentirse el apoyar lo mismo que grupos políticos diferentes a su línea ideológica, son capaces de decir barbaridades como esta en un programa de televisión: "si hay alguien que es un golpista (en referencia a Leopoldo López), que está diciendo, insinuando que los militares deben dar un golpe de estado, como se ha dicho durante los últimos años desde algunos sectores, digamos, de la oposición, evidentemente en cualquier país… [...] Nosotros tenemos que examinar el proceso de este señor, y este señor estaba fomentando golpes de estado. En cualquier país eso tiene un proceso. Ahora, lo que yo digo es que ese proceso tiene que ser garantista"

Lo que el líder comunista Alberto Garzón dijo ante la periodista Ana Pastor no es nada nuevo en su discurso (ya en 2015 protagonizaba similares declaraciones) y de hecho no es más que un resumen de la secuencia de argumentaciones del discurso de Pablo Iglesias, líder de extrema izquierda y ambos unidos bajo el grupo político Unidos Podemos.

Con mucha lógica, muchos ciudadanos españoles están hastiados de que en España se hable más de la situación social, económica y política de Venezuela que de las mismas cuestiones en clave española, más aún cuando a la vuelta de la esquina nos toparemos con unas nuevas elecciones generales. Pero Venezuela y España están hoy más intrínsecamente unidas porque un partido político que se presenta y que aspira a gobernarnos, Unidos Podemos (Podemos+Izquierda Unida), esconde en su entramado más sombras que luces en cuanto a su relación con el régimen chavista. Es irremediable mentar al país sudamericano que en tan grave situación se encuentra, más aún cuando líderes políticos españoles que quieren aplicar su ideología en el sistema político, económico y social español, apoyan con sus declaraciones y a veces, con su silencio, a un gobierno, el de Nicolás Maduro, que, a menos que se demuestre lo contrario (cosa que aún no se ha hecho) ha encarcelado a opositores políticos basándose en razones políticas.

Así que sí, se hablará de Venezuela en esta campaña electoral española y se unirá el nombre del país y de Maduro con el de Unidos Podemos y Pablo Iglesias (en menor medida, Alberto Garzón) porque mientras no condenen a un gobierno que está usando todas las artimañas (trampas) en su mano para impedir un referendo revocatorio (la llamada a referéndum está fundamentada en dos artículos de la constitución venezolana de 1999) estarán apoyando malas prácticas políticas y por tanto asumiendo como legal lo que no es tal.

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