Un venezolano devuelve a Galicia su orgullo de país

Aspecto general de la plaza durante el concierto celebrado en Santiago. / Mundiario
Memorable concierto de Gustavo Dudamel, la OSG y el Orfeón Donostiarra. / Mundiario

La clave está en ser fuertes en casa y fuera: ya lo inventaron hace años los estadounidenses cuando crearon las multinacionales. El día que Galicia tenga varias Inditex, al menos un banco de dimensión española y, ya puestos, al menos un equipo en Champions, no será muy distinta de Cataluña.

Un venezolano devuelve a Galicia su orgullo de país

Tras el desmantelamiento de las cajas y la crisis de los bancos Gallego y Pastor, Galicia estuvo a punto de quedarse sin un solo banco de cierta dimensión. Salvó los muebles de una manera peculiar, gracias a un financiero venezolano, pero a salvo está: queda Abanca, con capital extranjero pero con su sede central en A Coruña y, por tanto, con la garantía de que en la esquina de la rúa Nova con San Andrés se toman las decisiones estratégicas y encuentran empleo varios cientos de profesionales de las finanzas, bien remunerados.

Por si quedaba alguien que no supiera la importancia que tiene tener un sistema financiero propio, la pedagogía que hizo Abanca con el Deportivo de La Coruña y el Celta de Vigo tiene más efectos positivos de lo que parece. Hoy, cualquier gallego sabe que lo que hizo Abanca no lo hubiera hecho ningún otro banco con sede en Madrid o Barcelona. Y ahí está el mayor valor de la operación, que va mucho más allá de echarle una mano a los dos equipos gallegos de Primera División.

Hoy, cualquier gallego sabe que lo que hizo Abanca con el Deportivo de La Coruña no lo hubiera hecho ningún otro banco con sede en Madrid o Barcelona

Juan Carlos Escotet no hubiera encontrado ninguna manera mejor de demostrar el valor de su banco, y Galicia no hubiera tenido ninguna oportunidad más clara para que todos los gallegos se percaten de que tener un sistema financiero propio tiene mucho valor en clave de país. Ninguna acción publicitaria lo hubiera conseguido con tanta inmediatez: así todos lo hemos entendido a la primera.

Obviamente, con ayudar al Deportivo y al Celta no se arreglan los problemas de Galicia, pero sí se transmite un concepto, una idea: en este caso la de que Abanca es útil allí donde otros no lo son porque no pueden –ni quieren– serlo. Por tanto, no hemos llegado a ninguna meta, solo estamos en la parrilla de salida.

Escotet, el líder de Abanca.

Juan Carlos Escotet. / Mundiario

Claro que importa –y mucho– donde está la sede de un banco. O la de una gran multinacional 

Pero se ha dado un paso adelante, que echa por tierra esa idea propagandística de la banca según la cual lo importante no es de donde es un banco, sino los servicios que ofrece a cada persona o a cada empresa. Escotet ha demostrado que es una estrella del marketing financiero y que sabe lo que es la marca-país

Los retos no son menores y en un mundo globalizado pasan por seguir la senda de Inditex: ser líder aquí pero también en el resto de España, en Europa y –si es posible– en el mundo. Una Abanca con la cabeza en Galicia pero con una red global sería un buen vector resultante, del mismo modo que lo sería un Deportivo de Champions, campeón de Liga, como ya lo fue con Lendoiro, o un Celta que dé el salto de la Liga Europa a la Champions.

La clave no es otra que ser fuertes en casa y fuera: ya lo inventaron hace muchos años los estadounidenses cuando crearon las multinacionales. El día que Galicia tenga varias Inditex, al menos un banco de dimensión española y, ya puestos, al menos un equipo en Champions, no será muy distinta de Cataluña, que juega siempre a ser ganadora en España e incluso fuera, como lo prueban sus potentes intereses en la banca, el sector energético, la industria alimentaria y los medios de comunicación. Defienden lo suyo compitiendo en el mundo.

Desde el punto de vista económico, el nacionalismo y el galleguismo tienen que revisar muchas cosas y actualizarse para sobrevivir en la globalización: ya no basta con defender “lo nuestro”, hay que defender “lo nuestro” compitiendo fuera. Y cuando así sea, ya podremos ir por ahí diciendo que lo importante no es de donde es Abanca sino los servicios que presta. Claro que sí. @J_L_Gomez

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