Valentín González Formoso tiene el objetivo de liderar el PSdeG para llegar al poder en Galicia

Valentín González Formoso. / Mundiario
Valentín González Formoso. / Mundiario
"Percibía en la realidad una especie de desapego de la sociedad hacia el PSdeG. No hacia el socialismo, sino hacia el PSdeG. Estábamos muy centrados en temas internos, en temas orgánicos", asegura en esta entrevista.
Valentín González Formoso tiene el objetivo de liderar el PSdeG para llegar al poder en Galicia

Tenía curiosidad por conocer al nuevo secretario general del partido de los socialistas de Galicia, Valentín González Formoso, y por mantener una conversación con él. Me esperaba una entrevista “al uso”, pero me encontré a una persona dispuesta a reflexionar y a dialogar sobre lo concreto, sin andarse por las ramas y sin aprovechar cualquier pregunta para llevar el agua a su molino. Desde el primer momento fue dejando claro que “su molino” es Galicia, y abordar la problemática concreta de los gallegos. Una persona directa y concreta, a la que se nota curtida en sus casi quince años de gestión municipal, que no sólo no rehúye preguntas, sino que se anticipa a ellas, con una franqueza a prueba de grabadoras indiscretas. Aunque, con una mezcla de prudencia y timidez, sopesa lo que dice, y se atreve a pensar mientras habla sin un discurso elaborado previamente.

– Cuando alguien da la batalla por dirigir un partido –y tú la has dado– tiene un proyecto que pretende marcar diferencias con lo que había antes. ¿Cuál es tu proyecto?

– Creo que lo hemos estado hablando, con todo lo que hemos reflexionado sobre los temas industriales. Que significa organizar las cosas para poder laborar en tu país. Sin estar todo el día viviendo en la teoría, viviendo en la confrontación, en el partidismo… Creo que la ciudadanía nos exigía como PSOE que pusiéramos al frente un equipo que estuviera en los temas de país. Los temas de país no son solamente las grandes banderas del PSOE: la igualdad, la justicia, los servicios públicos…, que se da por sentado que sí son grandes temas por los que hay que trabajar. Pero hay muchos otros temas que determinan si tienes calidad de vida; o si tienes oportunidades, si puedes tener esperanza. Yo percibía en la realidad una especie de desapego de la sociedad hacia el PSdeG. No hacia el socialismo, sino hacia el PSdeG. Estábamos muy centrados en temas internos, en temas orgánicos. Dedicándole muchísimo tiempo a recorrer Galicia en clave orgánica y no a recorrer Galicia en clave de país.

Hay que tener en cuenta los riesgos políticos que existen en Galicia, por ejemplo, con el nacionalismo -que lo hay-. O la desafección que existe también en el mundo empresarial con Feijóo: que la hay, y que es mucho más elevada de lo que la gente piensa. Galicia está renunciando a oportunidades diariamente. Feijóo tiene un lema -por lo menos hasta ahora- que es: “que nadie estropee mi posible aterrizaje en Madrid con temas en los que me pueda manchar”. Hoy me viene, por ejemplo, Google a plantear un proyecto con 150.000 investigadores, pongamos en Lousame. Pero con eso tengo que remover un poco de tierra que genere un óxido que pueda llegar a la ría de Noya, y me planten los mariscadores una manifestación en San Caetano… Pues no quiero problemas: que se vayan para Castilla y León.  Ése es Feijóo. Si hablar de eólica marina, que pueda enriquecer, aparte de pescar peces, pescar viento y tener a 5.000 trabajadores fabricando los sistemas de instalación de aerogeneradores, y los barcos de mantenimiento correspondientes… Si eso supone que un día salga una cofradía de pescadores con una pancarta diciendo “no queremos que nos acaben con la pesca”, no va a mover un dedo.

Hay por toda Galicia plataformas de todo tipo contra los parques eólicos, sin distinguir los que pertenecen a promotores serios, solventes, que apuestan por el territorio, de aquellos que son puramente especulativos, de “jetas” que lo ven como un negocio únicamente financiero y nada más, y que vienen como apisonadoras. Con esa proliferación de plataformas, Feijóo sabe que tiene mucho más que perder electoralmente, y renuncia a lo que podía ser el petróleo gallego. Y renuncia a que Galicia sea de verdad, por primera vez, una comunidad independiente energéticamente, con el hidrógeno. Porque renunciando a la eólica, renuncias también al hidrógeno. Y renuncias a la ingeniería vinculada al hidrógeno, a las oportunidades laborales de todos aquellos que se están formando en las escuelas industriales de Galicia, que tendrán que irse a trabajar finalmente a Badalona o al Hospitalet de Llobregat: porque aquí no van a tener oportunidad.

Estrategia de país frente a oportunismo electoral

– ¿Y los socialistas?

– Nunca escuché al PSdeG en estos últimos años hablar de estos temas, que son los que dan horizonte a la vida de la gente. Se ha hablado sólo de primarias, de avales, de confrontaciones internas, de listas, y de ninguna otra cosa. Eso es lo que me motivó a dar el paso y a complicarme la vida enormemente. Lo hice por pura responsabilidad: ya sé que es muy manida esa respuesta, pero fue así. Pude haberlo hecho hace cuatro años, cuando ya era secretario provincial y presidente de la Diputación. No lo hice porque no era mi mundo. Ahora me vi obligado, porque veía que había una desafección, que iba a ir in crescendo, porque el ensimismamiento orgánico era cada vez mayor. Y por eso dimos el paso.

– ¿Qué haces para sacar de él al PSdeG?

– La primera visita que hice como secretario general no fue a un ayuntamiento, ni fue a una sede del partido. Fue a la Cofradía de Armadores de Vigo, para analizar los pros y los contras del acuerdo europeo de pesca. Para saber exactamente qué sensación tenían ellos, qué posición debía tener el PSdeG como, de alguna manera, fuerza política intermediaria con el partido en Madrid. Tampoco fui solo. Allí estuvo Elena Espinosa, que sabe del tema, me llevé a nuestro eurodiputado, Nicolás González Casares, para que escuchara a los interesados… Porque Bruselas queda muy lejos. Pues te vienes aquí y los escuchas, que son tus representados. Aparte, lógicamente, de que estuvieron las diputadas autonómicas que llevan el tema. La reunión fue tan productiva, que nos enriqueció a todos. Había muy buen ambiente, porque no suelen pasar por allí los partidos políticos, sobre todo cuando no hay elecciones a la vista. Y esa interlocución que nació aquel día va a ser permanente. A veces estaremos de acuerdo en los planteamientos, y a veces habrá diferencias. Pero va a haber una interlocución; nos van a ver como un instrumento útil, para hacer llegar sus propuestas, sus quejas, sus sensaciones, a quien gobierna. Ellos tienen sus propios canales, pero el interno también es muy relevante. Y yo creo que esa interlocución constante y productiva -mañana voy a comer con los de la Asociación Galega de Empresa Familiar- es la que da frutos. Además, es la parte más bonita de la política: el diálogo continuo con la sociedad. Ir a una asamblea interna, o ir al Comité Federal, a aplaudir todo, o a criticar todo, aunque haya que estar, no tiene mayor gracia. Básicamente esos son los motivos que me llevaron a presentarme. Esos son mis planteamientos, y es lo que pienso desarrollar.

Valentín González Formoso:Dip. A Coruña

Valentín González Formoso. / Mundiario

– Tienes, sin embargo, una china en el zapato. Y es que tu antecesor y gente de su equipo parece que no quieren entender que se pasa página, y parece que están preparando la revancha, organizándose para ir a las primarias para la Xunta.

– Sinceramente, ésa es la menor de mis preocupaciones. Creo que de verdad todo esto va de que seamos capaces de que el proyecto cale en Galicia. Si no cala en Galicia, el menor de nuestros problemas es que se presente Gonzalo Caballero a las primarias. Y si cala en Galicia, el menor de nuestros problemas será que Gonzalo Caballero se presente a las primarias. Respeto, por supuesto, las aspiraciones de Gonzalo y de cualquiera. Pero nuestro objetivo es calar en Galicia. Al final, quien va a decidir quién se presenta como candidato ni siquiera va a ser la militancia del partido: va a ser Galicia. La militancia del partido es Galicia; es decir, la gente está perfectamente permeable a lo que escucha, a lo que vive, a lo que siente en su país. Y, por tanto, si nosotros calamos en la sociedad como una alternativa solvente, no me preocupa nada más. Y si no calamos como alternativa solvente, me preocupará todo. Pero en cualquier caso lo que menos me preocupará será mi posición personal, que no es el factor que ha pesado en nuestra decisión. Si el candidato tiene que ser Gonzalo Caballero, o cualquier otra persona, será en función de lo que la sociedad decida.

– ¿El futuro inmediato de la Diputación de A Coruña lo ves sin ti o contigo?

– Son decisiones que hay que ir tomando. Creo que esta legislatura es evidente que se mantendrá como está, con la hoja de ruta prevista, con mi compromiso adquirido con la sociedad. Creo que también da una fortaleza a la figura del secretario general, en cuanto que tiene una representación pública que permite tener presencia social, y en función de eso también decidiremos qué pasa en la próxima legislatura. Iremos diseñando una estrategia, intentando, pues lo que decía antes: que el proyecto cale en Galicia, y para que cale en Galicia nos adaptaremos también un poco a las circunstancias.

Un gobierno alternativo

– ¿La negociación de la ejecutiva y del comité nacional del PSdeG exigió mucho encaje de bolillo? Porque parece que se ha realizado una estudiada integración…

– La integración se produce básicamente en torno a un criterio, que es la idoneidad de la persona en el área que le toca ocupar. Cumplido ese requisito, la integración viene por sí misma. Había gente del equipo de Gonzalo Caballero que encajaba perfectamente en esas áreas, y se designó. Si pertenecía a esa sensibilidad, mejor que mejor. Son del partido. La idoneidad de las personas tiene que ser el motor de ese tipo de decisiones. Ha sido así. Hemos hecho una ejecutiva de la que estoy enormemente satisfecho. Hay gente que nunca había participado directamente en órganos ejecutivos del partido; militantes que hacían su vida, pero que son referencia en sectores muy esenciales. Que son bandera de nuestro proyecto: como puede ser la innovación con Senén Barro, o como pueda ser el mundo jurídico con Manual Cutrín, o con Pedro Blanco… O el mundo sanitario con Ramón García, por ejemplo, una persona más que respetada en ese ámbito. Creo que en el ámbito industrial se ha incluido una persona de peso, como Ángel Mato.

Y eso sin destacar a otras compañeras y compañeros que son expertos en sus asuntos; porque María Reigosa creo que es una persona de referencia en su profesión como ingeniera de Caminos, responsable de Costas en la provincia de Lugo; experta en temas de costas y medio ambiente, algo tan necesario en una Comunidad como la nuestra. Y como ella, otras personas que integran la ejecutiva con ese criterio de idoneidad. También es verdad que no dejando de lado otros criterios tradicionales del partido, como pueden ser las sensibilidades, o la procedencia territorial, que también de alguna manera se cubrieron. Pero en las áreas esenciales que definen la estrategia de un grupo ejecutivo, creo que están bien escogidas esas personas. Creo que es un gobierno alternativo, sin duda.

– ¿Qué peso tendrán esas personas en la dirección?

– Además, el objetivo es darles juego. Empezarás a ver caras, hablando en nombre del partido, que no son las del secretario general. Yo saldré en la parte que me toque, pero mi prioridad es que salgan ellas y ellos. Es decir, que cada uno tenga que justificar socialmente sus propuestas; y que la ciudadanía empiece a identificar caras distintas. No sólo la del secretario general. Porque es gente conocida en la sociedad gallega, con la que la sociedad se va a sentir identificada. Porque no es lo mismo que yo cuente una propuesta en materia de agricultura planeada por Rosi Arcos, a que la haga directamente Rosi Arcos. No va a ser lo mismo.

– ¿Y a los diputados gallegos, en los distintos niveles, se les va a ver el pelo en Galicia? ¿Qué tienes pensado para eso?

– Es una de mis preocupaciones. Creo que hasta la fecha eso no se ha producido. Bueno, vamos a confiar, en un primer momento, que eso fuera criterio de la dirección: es decir, que el único que tenía que tener una relevancia pública era el secretario general, y que además las temáticas que él apuntaba como prioritarias en la acción del PSdeG eran las fundamentales. Creo que aquí los vientos vienen en ese sentido muy distintos. Le vamos a dar abundante juego a todo lo que le interesa de modo directo a la gente: mucho sector productivo, mucho empleo, mucha innovación y ciencia, mucha educación y cultura, y muchas nuevas caras. Y en ese equipo de nuevas caras tenemos gente que es muy aprovechable y que representa a instituciones que tienen mucha relevancia en la concreción de nuestros proyectos como para que dejen de salir a la palestra… Creo que tienen que patearse y tener presencia no sólo medios de comunicación, sino que tienen que patear el territorio y sus sectores. Creo que hay muchas empresas pequeñas en Galicia que nunca tuvieron la visita de un diputado. Nunca en la historia. Y no hay que desaprovechar ninguna oportunidad.

¿Vamos a ser incapaces de llegar a todo el tejido productivo de Galicia? Sí. Pero allá adonde lleguemos que no sea porque no utilizamos los medios que tenemos. Pues tenemos mucho y vamos a ponerlo en marcha. Quien de algún modo lo vea de otra manera, lo va a tener complicado. Porque le vamos a exigir implicación y presencia social, que creo que es la fórmula más garantista para que el PSdeG cale en la sociedad. Pero, en cualquier caso, no voy a exigir a los demás lo que no me exija a mí mismo

– El poder que tiene ahora el PSdeG es el local-municipal. ¿Vas a hacer que juegue un papel relevante? ¿Y vas a lograr que juegue de modo muy abierto, o que cada cual sea señor en su feudo?

– La plataforma sobre la que se basa esta dirección es el mundo municipal. Y de alguna manera hay una identificación, y una necesidad de que la marca socialista les beneficie, no les perjudique. Ésa es una garantía de implicación del mundo municipal. Creo que nuestra gente en ese mundo se siente más cómoda en este momento, se identifican más con el discurso que estamos empezando a proponer, y eso va a facilitar esa necesaria implicación para que el proyecto cale.

– ¿El grupo parlamentario lo vas a tocar? 

– Sí. Evidentemente tomaremos decisiones en las próximas ejecutivas que van a suponer cambios importantes en el grupo parlamentario. Pero creo que la gente del grupo parlamentario los asumirá, y se sumará al ritmo del partido, y tendrá su participación en la orientación de ese ritmo. Porque no puede ser, por ejemplo, que lleguemos a un acuerdo con el sector pesquero gallego, y que el grupo parlamentario se pusiera a ir por libre y no le hiciera caso al partido. Sería una salida muy abrupta, porque supondría una ruptura no sólo con el partido, sino con la sociedad. Eso nadie lo quiere: el primero el propio grupo parlamentario, con el que trataremos de hacer que asuman un necesario protagonismo en las decisiones y en la orientación del partido.


La entrevista podría haber continuado, pero faltaba tiempo y espacio. En el PSdeG parece que comienzan a oírse –de nuevo desde hace tiempo– esas "divinas palabras". Esperemos que, por el contrario que en la obra del gran Valle-Inclán, esas palabras no sólo se acaten, sino que sean comprensibles para los gallegos, y que se identifiquen con ellas. @mundiario

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