Uruguay: Las elecciones internas en su contexto internacional y regional

Jail Bolsonaro. / Sputnik Mundo
Jail Bolsonaro. / Sputnik Mundo

Uruguay es una especie de isla en esta situación regional por su grado de estabilidad. Brasil le influye económicamente y le puede llegar a influir con el tiempo en materia política. Argentina le influye económicamente pero es difícil prever influencias políticas.

Uruguay: Las elecciones internas en su contexto internacional y regional

Quedan unas dos semanas para las elecciones internas en Uruguay que definirán los futuros candidatos a la Presidencia de la República de los distintos partidos. Las encuestas muestran una situación relativamente estable, pero surgen cambios inesperados en la región, especialmente en Argentina, que podrían tener repercusiones.

En el plano internacional el acento está dado por la guerra comercial entre EE UU y China y el avance electoral de la extrema derecha en Europa. China y EE UU negocian, pero mientras tanto el gobierno de EE UU incrementa los aranceles de bienes provenientes de China y ésta retruca  con aumentos arancelarios. China es el primer exportador de bienes a nivel mundial y hace grandes esfuerzos por competir con EE UU en materia de cambios tecnológicos e innovaciones. Surge como potencia mundial y de aquí deriva la preocupación del gobierno de los EE UU, donde Trump ha proclamado “América primero.”  La continuidad de esta “guerra” comercial genera incertidumbres. Para la América del Sur no es menor porque actualmente China es el primer comprador de Brasil, Uruguay, Chile y Perú y el segundo comprador de Argentina.  El otro elemento trascendente en el plano internacional lo constituye los avances políticos de la extrema derecha desde Trump, pasando por Italia, Austria, Hungría y Polonia y Le Pen ganándole a Macron en Francia en las recientes elecciones parlamentarias. Este avance de la extrema derecha juega sobre nuestra región, como por ejemplo la creación del Grupo de Lima y del Prosur, el triunfo de Bolsonaro en un país como Brasil de enorme influencia en la región.

En esta última semana se han generado dos acontecimientos relevantes en Brasil y Argentina. Brasil sigue con dificultades económicas y el gobierno militar, de extrema derecha que ganó las elecciones, no consigue avanzar en reformas prometidas porque no obtiene los votos en el ámbito parlamentario. Bolsonaro ganó la elección presidencial con limitaciones a los principios democráticos, en la medida que el gran favorito Lula Da Silva fue condenado penalmente, llevado a prisión con fundamentos oscuros. Esta semana  se revelaron los díálogos entre el juez Moro que lo condenó, y hoy es el Ministro de Justicia de Bolsonaro y los fiscales, que ponen en evidencia la arbitrariedad de las decisiones judiciales. Las motivaciones políticas y la falta de objetividad e independencia del Poder Judicial brasileño, pone en tela de juicio las bases democráticas del gobierno brasileño. ¿Influirá la situación brasileña en las elecciones nacionales de Uruguay? ¿Estará influyendo actualmente en candidatos como Manini Ríos y Sartori?

La situación de Argentina es un tema apasionante por los cambios inesperados en las fórmulas presidenciales para las elecciones nacionales de octubre de este año. La situación económica del gobierno de Macri es sencillamente desastrosa. Gran desconfianza en su gobierno y en sus equipos económicos hicieron saltar el dólar con grandes devaluaciones. Muy elevada deuda externa que los lleva a recurrir al FMI, que aplicando sus clásicas recetas genera caída de la producción, aumento del desempleo, regresiva distribución del ingreso, con fuerte caída del salario real. Desconfianza y devaluación lleva la inflación a valores cercanos al 50% anual. Pero las novedades de esta semana se concretaron en el plano político. Prevalecen los bloques políticos encabezados por Macri y Fernández de Kirchner, pero ambos tienen una desaprobación de la población cercana al 50%. Hace un par de semanas Cristina Fernández movió el tablero con una jugada inesperada. Se auto proclamó candidata a la Vice Presidencia y designó como candidato presidencial a Alberto Fernández, un político más moderado. Esta semana se esperaba la decisión de Massa, que finalmente concretó alianzas con los Fernández. Sin embargo, la jugada política de la semana la realizó Macri, auto proclamándose candidato a la presidencia de la República pero nombrando como Vice al peronista Pichetto. La elección se peronizó. De los 4 candidatos de las dos fórmulas relevantes tres son peronistas: Cristina Fernández, Alberto Fernández y Pichetto. Dicen que la jugada de Macri tiene un estilo peronista. Durante años Alberto Fernández le realizó muy fuertes críticas a Cristina. Macri habló pestes de Pichetto. Pichetto se despachó duramente contra Macri. Massa había declarado nunca más con el kirchnerismo y sin embargo retoma la alianza. Hoy se unen. La Argentina es muy difícil de entender. El peronismo aparece en múltiples candidaturas, porque además por el centro van a jugar  Lavagna con Urtubey. Es una nueva demostración que el peronismo cubre todas las franjas ideológicas desde la izquierda a la derecha. El 22 de junio se cierran las listas y seguirán generándose nuevas sorpresas. En este cambalache político de la Argentina parecería que son más importantes los nombres de las personas que sus ideas.

Uruguay es una especie de isla en esta situación regional por su grado de estabilidad. Brasil nos influye económicamente y nos puede llegar a influir con el tiempo en materia política. Argentina nos influye económicamente pero es difícil prever influencias políticas. A menos de 20 días de las elecciones internas lo más factible es que los candidatos a la presidencia sean Daniel Martínez por el Frente Amplio, Luis Lacalle Pou por el partido Nacional y Julio María Sanguinetti por el partido Colorado. Mientras tanto esta semana se concretó el primer debate político entre Oscar Andrade del Frente Amplio y Ernesto Talvi del partido Colorado. Fue un evento muy civilizado, muy amable, donde Andrade tuvo una actuación brillante con altas dotes de polemista. @mundiario

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