La Unión Europea y la OEA piden una segunda vuelta en Bolivia ante las denuncias de fraude

Carlos Mesa, expresidente y candidato a la presidencia de Bolivia; y Evo Morales, presidente de Bolivia. RR SS.
Carlos Mesa, expresidente y candidato a la presidencia de Bolivia; y Evo Morales, presidente de Bolivia. RR SS.
Los dos organismos continentales han señalado que las graves irregularidades en el país andino solo pueden resolverse si el actual presidente Evo Morales y su rival, Carlos Mesa, se enfrentan en un nuevo balotaje. 
La Unión Europea y la OEA piden una segunda vuelta en Bolivia ante las denuncias de fraude

La grave crisis social en Bolivia por la cuestionada victoria del presidente Evo Morales no termina. La Unión Europea (UE) se ha sumado a una petición hecha hoy por la Organización de los Estados Americanos (OEA) para que se realice una segunda vuelta entre el actual mandatario y su rival opositor, Carlos Mesa, quien ha denunciado una serie de irregularidades en el proceso del conteo de votos de las elecciones realizadas el último domingo en el país andino. 

"El gobierno del presidente Evo Morales debe resolver la situación respetando la voluntad del pueblo, la credibilidad del proceso electoral y preservando la estabilidad social", reza el comunicado emitido por el bloque europeo. La posición de la UE va en la línea del secretario de la OEA, Luis Almagro, en Washington. “La secretaría general entiende que si el Tribunal Supremo Electoral (TSE) invita a esta organización a que realice trabajos para verificar la legitimidad de esos resultados, que entonces no deberían considerarse estos resultados como legítimos hasta que no finalice el proceso de auditoría solicitado”, dijo. 

Como sea, las elecciones generales bolivianas se mancharon desde la noche del pasado domingo. Ese día, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) suspendió sorpresivamente el conteo de votos al 83,76% de actas contabilizadas. El resultado situaba a Morales con 45,28% y Mesa con 38,16%. La diferencia era de seis puntos. Con este panorama, ambos candidatos debían verse las caras otra vez en las urnas el próximo 15 de diciembre, de acuerdo a las reglas electorales de Bolivia. 

Sin embargo, el panorama cambió el lunes. Tras varias horas de silencio, Morales ahora registraba el 46, 85% de votos, mientras que Mesa el 36, 74%. Es decir, el mandatario le sacaba más de diez puntos a rival y así se proclamaba ganador en primera vuelta. Este nuevo escenario ha generado el rechazo del opositor Mesa. “Confiamos en que la ciudadanía no va a aceptar esta votación, este resultado amañado”, dijo. También el político, que fue presidente del 2002 al 2005, anunció que desconocerá los resultados del escrutinio final. 

El escándalo en las elecciones bolivianas provocó la renuncia del vicepresidente del TSE. Al cierre de este reporte, Morales fue proclamado ganador con el 47,07% de los votos frente al 36,51% de Mesa. El resultado ha motivado que dirigentes cívicos, sociales y políticos lanzaron el mediodía de este jueves en La Paz la Coordinadora de Defensa de la Democracia en la que pidieron a los bolivianos a mantenerse movilizados en las calles hasta que se convoque a la segunda vuelta electoral.

Las manifestaciones ya se han mostrado en las calles de la capital y otras ciudades bolivianas. El presidente Morales ha denunciado un intento de golpe de Estado al no reconocerle como ganador. Lo cierto es que el líder indígena afronta una imagen desgastada ante la opinión pública en los últimos años. En el 2016, el mandatario buscó, mediante un plebiscito,  ser habilitado para intentar un cuarto mandato consecutivo. La población rechazó esa posibilidad en las urnas. El líder indígena apeló, entonces, al Constitucional. La corte avaló en un fallo que la Convención Americana de los Derechos Humanos se puede aplicar por encima de la carta magna boliviana, al considerar que el pacto interamericano es “más favorable a los derechos políticos”. @mundiario

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