España: Un país patas arriba con más de cinco millones de parados que exige limpieza

En España es indispensable una limpieza a fondo que incluya una esterilización de las sedes políticas. Se ve que los que están al mando son incapaces de arremangarse y empuñar la fregona.
España: Un país patas arriba con más de cinco millones de parados que exige limpieza

Visualicemos a una señora Carmen cualquiera. Una mujer dedicada en cuerpo y alma a su casa que sabe que, cada cierto tiempo, es preciso ponerla patas arriba mediante una limpieza general para que luzca en todo su esplendor. La señora Carmen sabe que ha de ponerse guantes, utilizar la mejor lejía y armarse de paciencia, si quiere que su hogar recupere el esplendor perdido durante una temporada de abandono. La señora Carmen descolgará las cortinas para lavarlas a 60º, separará los sillones y aspirará los grumos de polvo que han cogido vida propia bajo los asientos, oreará los colchones con la esperanza de disolver el tufo que proporciona el sueño y desinfectará los cuartos de baño para aniquilar de una vez por todas aquellas bacterias indeseadas capaces de enfermar a su familia. Esta mujer se encaramará a una escalera para limpiar los altos de las estanterías, a riesgo de jugarse el pellejo, fregará los suelos, pulirá los azulejos, vaciará las baldas  para pasarles un paño húmedo y volverá a colocar toda la loza esmerándose en cada detalle. Nuestra Carmen recompondrá los armarios empotrados, pasará el plumero a las molduras, repasará los rodapiés de cada habitación, limpiará los cristales de las ventanas y desengrasará la campana extractora de la cocina. La señora Carmen hará todo esto porque se siente responsable de las cuatro paredes que gobierna y sabe que, para que todo funcione como un reloj suizo, ha de ponerse manos a la obra y no andarse con remilgos.

Cuando un país como España está manga por hombro, con 5.040.222 de parados, y nos come la mierda (con perdón) por las cuatro esquinas, es indispensable una limpieza a fondo que incluya la esterilización de las sedes políticas y, si hace falta, fumigación de parásitos. Es preciso airear los despachos, donde se han cocido tantas habas, y volver a respirar aire puro. Se hace necesario un plan de saneamiento urgente que incluya lavado y centrifugado de altos cargos, y esterilización y pulverización inmediata de todo el personal corrupto.

Se ve que los que están al mando son incapaces de arremangarse, de llevar a cabo cualquier tipo de ablución política y empuñar la fregona. Así que, llegado este punto, desde aquí, le imploro a la señora Carmen que tenga a bien tomar cartas en el asunto porque estoy convencida de que ella será la única que lo haría de mil amores y, además, sin pedir sobre a cambio. Gracias anticipadas.

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