Twitter elimina 70.000 cuentas del oscuro movimiento QAnon, que apoya a Trump

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Simpatizantes de Trump, y miembros de QAnon, manifestando su apoyo al presidente durante uno de sus mitines de campaña en noviembre de 2020. / The New York Times
Los dos gigantes digitales del mundo justificaron sus vetos al todavía presidente Trump y a QAnon para reducir el riesgo de violencia en la inauguración de Biden antes y durante el 20 de enero.
Twitter elimina 70.000 cuentas del oscuro movimiento QAnon, que apoya a Trump

La seguridad rumbo al 20 de enero empieza desde el mundo digital. Las teorías conspirativas se han convertido en el combustible de la base política radical y extremista del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump. Así como el veto de la mayor red social del mundo, junto a Facebook, llegó a las cuentas del polémico líder republicano, la supresión de la desinformación ha sido la principal urgencia de Twitter para evitar que un discurso violento y más extremista aun se propague en los movimientos pro-Trump de cara al traspaso de poder que tendrá lugar el 20 de enero, día en que Joe Biden asumirá como nuevo presidente de EE UU. 

Y es que Twitter suspendió este martes de manera permanente 70.000 cuentas afiliadas al movimiento QAnon, cuyos seguidores apoyan a Donald Trump, para impedirles usar la red social con fines violentos, tras el asalto la semana pasada del Capitolio, pues en la plataforma del ‘pajarito azul’ se han difundido mensajes y matrices de opinión falsas sobre una presunta llegada del comunismo al poder en Estados Unidos para socavar las libertades que caracterizan a la sociedad norteamericana, un factor de vida nacional que esos radicales ven en Trump como su mayor exponente.


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Esta censura tiene lugar después de que Twitter suspendiera indefinidamente la cuenta del presidente Trump por su evidente incitación a la rebelión y a la sublevación de sus seguidores para que marcharan hasta el Capitolio, lo cual derivó en un asalto que desestabilizó por ocho horas la sólida democracia estadounidense con el objetivo de boicotear la confirmación de Joe Biden como presidente electo por parte del Congreso. 

“Estas cuentas compartían contenido nocivo asociado a QAnon de manera masiva y se dedicaban principalmente a la propagación de esta teoría de la conspiración”, añadió la compañía.

El objetivo de Twitter es evitar que su plataforma se convierta en una red de propagación de mentiras y de teorías conspiranoicas que distorsionan la percepción psicosocial, la cultura, la educación y la estabilidad política de la población estadounidense en medio de un clima de mucha polarización, promovida por Trump.

QAnon nació a finales de 2017 cuando fue utilizado por la ultraderecha y comenzó a crecer en 4chan y 8chan, dos gigantescos foros de Internet, hoy clausurados, en los que no existían filtros y sus usuarios participaban de forma anónima. Al no tener ningún tipo de control o auditoría, estas redes funcionaban como una especie de dimensión oscura del Internet que era el caldo de cultivo para la formación de ideas, mensajes y una subcultura con motivos políticos para alimentar el sesgo del extremismo, el nacionalismo, el racismo y el proteccionismo desde la sociedad hasta la cúpula del poder en Washington, que Donald Trump ha encabezado por casi cuatro años. 

Los seguidores de QAnon buscaban “acabar” con un proyecto dirigido por una supuesta élite pedófila mundial. De hecho, ese movimiento cree en una supuesta realidad artificial basada en la teoría de que la élite política de EE UU está conformada por una secta satánica de pedófilos que buscan dominar la vida pública de la sociedad norteamericana, llegando a señalar a varias personalidades de la política estadounidense como partícipes de falso club, entre ellas, la exsecretaria de Estado y ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton. 

A pesar de lo descabellado que se ve esta excéntrica comunidad de radicales, Trump nunca ha condenado o se ha desmarcado de su apoyo a QAnon. Ni lo ha negado ni lo ha confirmado, solo deja que exista en un ecosistema digital que se extienda cada vez más a los distintos estratos sociales de EE UU. En mayo de 2019, el FBI declaró que QAnon era una amenaza de terrorismo doméstico. Y parece que el Buró de Investigaciones no se equivocó, pues en el asalto al Capitolio el 6 de enero estaban presentes cientos de miembros de QAnon, obviamente en un ciego y salvaje apoyo a Donald Trump.

Al ser las redes sociales el nuevo campo de batalla de la vida pública y política en EE UU, los dos gigantes digitales del mundo justificaron sus vetos a Trump y a QAnon con el objetivo de reducir el potencial riesgo de violencia antes de la ceremonia de inauguración de Joe Biden, el 20 de enero frente al Capitolio. “Los planes para futuras protestas armadas están proliferando en Twitter y en otros lugares, incluyendo un segundo ataque en el Capitolio el 17 de enero de 2021″, informó Twitter el viernes. Esa red era la principal herramienta de comunicación de Donald Trump, donde interactuaba con sus 88 millones de seguidores, y desde donde prácticamente “gobernaba” desde 2017, pues muchas de sus decisiones más importantes las anunció vía Twitter. @mundiario 

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