Turquía se asoma a dos visiones del país, la islamizante y la liberal democrática

Manifestación en Turquía
Manifestación en Turquía
En Turquía, país mayoritariamente musulmán, lo que se pretende es acabar con la cultura y los valores laicos o civiles que la era de Ataturk inauguró para retornar a épocas anteriores.
Turquía se asoma a dos visiones del país, la islamizante y la liberal democrática

Turquía se presenta como la prueba irrefutable para que aquellos, como Erdogan, que quieren conciliar ‘islamismo’ y democracia convenzan al resto de las democracias que ello es posible. Por el momento, está convenciendo de lo contrario con su aire autoritario, con la fatuidad de quien cree estar consiguiendo lo que se propuso desde el primero momento, ‘islamizar’ de nuevo su país. El problema no es el Islam, sino la versión reduccionista, más o menos dogmática e intransigente, que del mismo quieren imponer desde Al Qaeda hasta Erdogan a una importante parte de la humanidad para acabar imponiéndola a toda ella. El límite irrebasable es llegar a pensar que ‘todo es Islam’ e imponer de facto y de iure la sharía, de forma arrogante y abrupta o de forma gradual, pero no menos arrogante.

En Turquía, país mayoritariamente musulmán, lo que se pretende es acabar con la cultura y los valores laicos o civiles que la era de Ataturk inauguró para retrotraer al conjunto del país a épocas anteriores, mientras se disfraza dicho proyecto de reivindicación chauvinista del pasado. Los Erdogan que anhelan los fastos del pasado, nada democrático, no comprenden que el islamismo y las urnas pueden ser compatibles, pero que la democracia no es sólo eso, sino que supone además respetar la independencia del poder judicial, no someter el status del Ejército a sus propios designios y delirios de grandeza acometiendo purgas de aquellos que defienden el carácter laico del Estado, tachando de terroristas a los que manifiestan una visión del país completamente diferente a la suya y silenciando a la prensa que no le es propicia. Puede que Erdogan tenga los pies limpios para entrar en la mezquita a orar, pero se está manchando las manos, llevando a Turquía a un callejón sin salida.

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