Turquía ordena el arresto de dos colaboradores del príncipe heredero por el asesinato de Khashoggi

Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí. /  RR SS.
Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí. / RR SS.

Arabia Saudí también enfrenta la nueva orden de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos que exige una investigación internacional para esclarecer el crimen. Mohamed bin Salmán (MBS) sigue en medio de la tormenta debido a que su implicación en la muerte del periodista es muy obvia para algunos, mientras que otros, como Donald Trump, se niegan a señalarlo.

Turquía ordena el arresto de dos colaboradores del príncipe heredero por el asesinato de Khashoggi

Parece que la aparición del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán (MBS), en la cumbre del G20 no calmó a nadie y este miércoles, la Fiscalía de Estambul ha ordenado la detención de dos colaboradores muy cercanos al heredero, debido a que los considera implicados en la organización del plan de asesinato del periodistas Jamal Khashoggi.

Específicamente las órdenes son contra el general Ahmed al Asiri, jefe adjunto de los servicios de inteligencia saudíes, y Saud al Qahtani, asesor del príncipe en temas de comunicación y portavoz en varias ocasiones de informar sobre asuntos del régimen wahabí. Ambos han sido relevados de sus cargos a medida que ha ido la investigación sobre el asesinato del periodista, el mismo que fue cometido en el consulado de Arabia Saudí en Estambul. Ninguno de los dos han sido imputados en el proceso abierto de su propio país, pero si han sido señalado como parte de los 11 miembros del equipo ejecutor que llegó hasta Estambul el mismo día en que murió el periodista. Para cinco de ellos, el fiscal general saudí ya ha pedido la pena de muerte.

Al Asiri y Al Qahtani “forman parte de los planificadores” del crimen, según la Fiscalía turca, y los acusa de participar en un “homicidio intencionado y premeditado, con ánimo salvaje o infligiendo tormentos”, por lo que exige su arresto. Turquía sigue exigiendo que los involucrados en el crimen sean extraditados, algo a lo que Arabia Saudí se ha negado.

Hace un mes, Estambul lanzó el texto final sobre el asesinato donde establecen que Khashoggi fue asfixiado tras entrar en el edificio consular el pasado 2 de octubre, para luego ser descuartizado para hacerlo desaparecer. Han pasado dos meses desde el fallecimiento del periodista, tiempo en el cual la policía turca ha intentado encontrar el cuerpo sin mucho éxito. Esto les ha llevado a pensar que el cuerpo fue disuelto en ácido. Además, el Gobierno turco ha reconocido poseer unas grabaciones de audio que demostrarían el asesinato del periodista, las mismas que han compartido con diversos servicios de inteligencia de todo el mundo.

El caso se ha convertido en un escándalo internacional que grandes líderes han evitado condenar, entre ellos, Donald Trump. El estadounidense sostiene que no hay pruebas que vinculen al príncipe heredero con la muerte de Khashoggi, algo que contradice la realidad comprobada por la CIA. Gina Haspel, directora de la agencia, compareció recientemente ante el Senado para explicar lo que se conoce sobre el caso. En la comparecencia, el presidente del comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Corker, señaló que Mohamed bin Salmán “sería condenado por un jurado en unos 30 minutos” luego de conocer las pruebas del caso. Mientras que la senadora Lindsey Graham enfatizó en que hay “cero posibilidades” de que el heredero no conociera el plan de primera mano.

Pero ahora es la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien exigió que se realizara una investigación internacional para saber qué ocurrió: “Creo que se necesita especialmente para averiguar lo que realmente ocurrió y quienes son los responsables de este terrible asesinato”. Algo a lo que Turquía respondió expresando que pondrán todas las pruebas a la orden de los investigadores internacionales. @mundiario

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