Donald Trump cede ante las presiones. El presidente de Estados Unidos ha ordenado este jueves a las agencias del Gobierno la reunificación de las más de 2.000 familias separadas desde abril tras el cruce ilegal de la frontera con México. La decisión llega un día después de que el inquilino de la Casa Blanca cancelara su polémica política de ruptura.

El magnate neoyorquino ha encarado la terrible crisis de los niños inmigrantes intentando proyectar contundencia y compasión al mismo tiempo. Sin dejar de lado su retórica incendiaria, Trump, comunicó que daría luz verde al reencuentro de las familias separadas, mientras tocaba –una vez más- sus teclas favoritas: levantar un muro fronterizo, mantener una “política muy dura”, llamar a los demócratas “extremistas que quieren fronteras abiertas” y la guerra contra México.

80% of Mexico’s Exports come to the United States. They totally rely on us, which is fine with me. They do have, though, very strong Immigration Laws. The U.S. has pathetically weak and ineffective Immigration Laws that the Democrats refuse to help us fix. Will speak to Mexico!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 22 de junio de 2018

“No hace nada por nosotros excepto coger nuestro dinero y mandarnos drogas. Podrían arreglar esto en dos días”, dijo el republicano sobre la nación azteca, a la que acusó, además, de alentar la inmigración hacia Estados Unidos.

En el otro extremo, destaca el diario español El País, el Pentágono ha iniciado con los preparativos para acoger en bases militares hasta 20.000 niños inmigrantes que lleguen solos a EE UU. Un movimiento con antecedentes, pues el Gobierno de Barack Obama alojó a unos 7.000 menores en instalaciones del Ejército en 2014. @mundiario