Trump ordena una gran investigación por fraude electoral el 8 de noviembre

Donald Trump.
Donald Trump.

El presidente de Estados Unidos ha asegurado que al menos 3 millones de personas habrían votado ilegalmente para beneficiar a Hillary Clinton. El Capitolio ha contestado la acusación.

Trump ordena una gran investigación por fraude electoral el 8 de noviembre

Tras haber pasado casi un mes negando las acusaciones conjuntas de Barack Obama y las principales agencias de inteligencia de Estados Unidos sobre una intromisión rusa en las elecciones del año pasado, Donald Trump ha asegurado que sí hubo fraude electoral, pero que el mismo no habría sido orquestado desde Moscú sino en el mismo territorio estadounidense. Sin citar fuentes ni pruebas, el republicano reiteró que entre tres y cinco millones de personas habrían votado ilegalmente el pasado 8 de noviembre, tal como advirtió en noviembre pasado. Trump pretende comprobar su hipótesis y ha ordenado que se abra una investigación al respecto.

 

El aviso llegó por medio de una publicación en su cuenta de Twitter, que desde su triunfo electoral se ha convertido en su portavocía general. "Solicitaré una investigación mayor por fraude electoral, incluidos aquellos que se registraron para votar en dos estados, los ilegales...e incluso votantes muertos (muchos desde hace mucho tiempo). Dependiento de los resultados, fortaleceremos nuestros procesos de votación", escribió en dos publicaciones el empresario.

Horas antes, Sean Spicer, encargado de prensa de la Casa Blanca, anunciaba que el presidente había tomado la decisión basado en sus propios datos, ignorando por completo respaldar semejante acusación con informes y documentos oficiales. El expediente, o invento, que es lo que realmente es en este momento, podría llevar a Estados Unidos a confirmar el mayor fraude en su historia y se convertiría en un sonrojante tachón en el currículum de los comités electorales, quienes habrían pasado por alto las inscripcciones ilegales que proclama el jefe de Estado.

La suma de todos esos votantes ilegales habría permitido a Hillary Clinton ser la candidata más votada en el país, aunque eso a la larga no impidió su derrota.

Uno de los más grandes rivales de Trump, el halcón republicano Paul Ryan, ha contestado la aseveración del mandatario asegurando que no existen pruebas que puedan respaldar su nueva ocurrencia. Spicer confirma que su jefe se basó en un estudio realizado por Pew Center for Research. El ejercicio según el presidente es de 2008, pero en realidad fue conducido en 2012. En cualquier caso, no se puede aplicar esos resultados a lo sucedido el año pasado.

Según un estudio hecho entre 2008 y 2010, al menos un 14% de los indocumentados que participaron en el estudio declararon que estaban legalmente inscritos para votar. Sin embargo, esta encuesta fue hecha con datos erróneos, lo cual restó enormemente su credibilidad. Lo que sí confirmó, no obstante, es que para 2012 se tenía registro de 24 millones de inscripciones erróneas y que al menos 1.8 millones de individuos contaban como votantes pese a que ya habían fallecido al momento de acudir a las urnas. Aquellas 24 millones de inscripciones erróneas no forzosamente representan que tal cantidad haya acudido a votar ilegalmente.

Instituciones de prestigio en esta materia, como el Brennan Center for Justice han confirmado que su conclusión es rotunda: el supuesto fraude es un invento. Según sus cálculos, las posibilidades de que haya fraude en la instancia final del proceso electoral en Estados Unidos es de entre 0.00004% y  0.0009%.

El Capitolio se ha mostrado particularmente indignado por este nuevo disparate del inquilino de la Casa Blanca, a quien haber llegado a ella parece no haber saciado su hambre de atención. "Yo no estaba ahí, pero si el presidente de EE UU está asegurando que 3,5 millones de personas votaron ilegalmente, eso daña la confianza en nuestra democracia, debe revelar por qué cree que es cierto", se expresó Lindsey Graham, del Partido Republicano.

“Cuando se difunden estas falsedades, los republicanos tienen la obligación de negarlas. No se puede liderar un gobierno, ayudar a los ciudadanos y mantener este país seguro si no puedes aceptar los hechos”, criticó por su parte Chuck Shumer, jefe de la bancada demócrata en la Cámara Alta. @hmorales_gt

 

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