Trump ofrece una tregua a los líderes de su partido por temor a Clinton

Donald Trump.
Donald Trump.

El magnate mostró bandera blanca a Paul Ryan y John McCain con quienes tuvo serios cruces de palabras la semana pasada. Clinton busca sacar provecho de esas divisiones.

Trump ofrece una tregua a los líderes de su partido por temor a Clinton

Tras medir fuerzas con Paul Ryan John McCain el candidato presidencial del Partido Republicano se retractó antes de que las consecuencias fueran peores. Donald Trump se enfrentó en los micrófonos a Ryan y McCain, así como a la senadora Kelly Ayotte, todos figuras respetadas dentro del partido conservador. La decisión de Trump de ofrecer tregua se debe al creciente temor de que Hillary Clinton aproveche estas divisiones para sumar adeptos republicanos a su causa. 

La bandera blanca llegó en forma de apoyo a los tres personajes, que van cada uno por la reelección: plaza en el Senado por Wisconsin, en el caso de Ryan; plaza en el Senado por Arizona, en el caso de McCain; y plaza en el Senado por New Hampshire, en el caso de Ayotte. El apoyo es lo más cercano a una rectificación en un hombre contumaz y reticente como el empresario. Ryan, McCain y Ayotte están en la particular lista negra que el empresario ha ido engrosando desde que presentara su precandidatura en julio del año pasado. Trump cometió un terrible error de diplomacia con sus diatribas a Ryan, segundo en la línea de sucesión del poder tras el vicepresidente y uno de los hombres cuyo nombre tan sólo puede susurrarse en ciertos rincones de Washington. No menor es el caso de McCain, prisionero durante la guerra de Vietnam y considerado un estadounidense ejemplar. 

Ryan, también presidente de la Cámara de Representantes, McCain y otros nombres propios del partido criticaban abiertamente que el empresario perdiera el tiempo peleando con quien se le atravesara en lugar de concentrarse en su campaña para vencer en las elecciones a Clinton. Su reputación no tiene crédito para más conflictos. 

"En nuestra misión compartida de hacer América grande de nuevo, apoyo y respaldo a nuestro speaker de la Cámara Paul Ryan", dijo Trump al doblar su rodilla en Wisconsin. "Y ya que estoy, tengo en la más alta estima al senador John McCain por su servicio a nuestro país en uniforme y en cargos públicos y apoyo y respaldo plenamente su reelección", prosiguió. El aspirante presidencial tiende a improvisar sus discursos, pero para esta ocasión leyó unas previamente preparadas intercaladas con algunas que le nacían del corazón. De Ayotte aseguró que "es una estrella emergente y seguirá representando muy bien al gran pueblo de New Hampshire durante mucho, mucho tiempo".

Trump admitió que para poder ejercer su poder en la presidencia, necesitará sí o sí una mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado. Apeló además a las palabras de uno de los grandes patriarcas del partido conservador, el fallecido Ronald Reagan, al invitar a los asistentes a su mitin a formar todos una gran carpa en la que puedan morar todos los derechistas del país.

La impredecible campaña de Trump puede comprometer y enserio la mayoría que actualmente tiene el Gran Viejo Partido en el Senado. Sin embargo, a estas alturas los sondeos no reflejan ningún problema en ese aspecto. "Tendremos desacuerdos, pero discreparemos como amigos", tranquilizó Trump.

Temprano esta misma semana, el rotativo The Washington Post publicó una entrevista en la que Trump  se reservaba su apoyo hacia las tres figuras mencionadas. La raíz es que los tres candidatos son emblemas del establishment, uno de los conceptos que Trump ha criticado vehementemente y viceversa. El magnate criticó a uno de los grandes tótems del partido y a un héroe de guerra, una línea que ningún hombre que corre por la presidencia y que se encuentre en sus cinco sentidos se atrevería a cruzar.

Pese a que su gesto no fue precisamente convincente, el empresario busca igual ponerle fin a una de las semanas más atropelladas desde que iniciara su procesión hacia la residencia presidencial. Con esto, Trump ha tirado por los suelos su revolucionaria teoría: el establishment no es necesario para llegar al poder. Ni él con su populismo y su impresionante ascenso han podido darse el lujo de despreciar el poder del status quo. @hmorales_gt

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