Trump intentó ordenar una investigación contra Clinton y Comey, según The New York Times
El republicano buscó ¿venganza? contra su contrincante y el exdirector del FBI, pero fue disuadido por el jefe legal de la Casa Blanca puesto que eso supondría abuso de poder, una excusa perfecta para destituirlo.
El presiden de EE UU, Donald Trump, manifestó en la pasada primavera su deseo de ordenar al Departamento de Justicia una investigación para llevar a un proceso judicial contra dos de sus mayores rivales: la excandidata demócrata, exprimera dama y exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, y el exdirector del FBI, James Comey, según fuentes del The New York Times.
Durante sus casi dos años de mandato, el presidente ha dejado entrever su malestar por no poder controlar el Departamento de Justicia. Luego del caso Watergate, que le costó la presidencia Richard Nixon en 1974, se restringió enormemente el poder del presidente a la hora de entrometerse en las investigaciones para poder garantizar la independencia y evitar cualquier posibilidad de politización.
Trump dejó saber sus ansias para que se investigara a Clinto y Comey, al entonces jefe del equipo legal de la Casa Blanca, Don McGahn, según el medio. El letrado el notificó que como presidente tenía la potestad de ordenar una investigación, pero no de solicitar el procesamiento de alguien. Además, le dejó saber que dicha investigación podría suponer un abuso de autoridad presidencial y calificarse como un motivo para que el Congreso tratara de impulsar un proceso de destitución. McGahn ordenó redactar un memorando sobre todas las consecuencias que acarrearía dicha orden, entre las que figura los fiscales del Departamento de Justicia decidieran ignorar las órdenes.
Aunque el abogado le advirtió que no lo hiciera, Trump ha seguido comentado esa posibilidad a otras personas desde entonces, aunque no está claro si ha llegado a ordenar la investigación. También se desconoce qué delitos cree el presidente que ambos cometieron para ordenar dicha investigación. Otro que se encuentra en la mira del presidente es director del FBI, Christopher Wray, al que él nominó el año pasado.
Resulta irónica esta necesidad del presidente de querer iniciar una investigación contra sus enemigos políticos, puesto que él mismo denuncia repetidamente que el fiscal especial Robert Mueller está llevando una “caza de brujas” en lo referente a su supuesta implicación en la injerencia rusa durante las pasadas elecciones. @mundiario
