Donald Trump habría cometido una serie de errores y excesos contra Cuba

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. / Voz de América
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. / Voz de América

Un informe desclasificado por el Departamento de Estado menciona que el cierre de la embajada norteamericana en La Habana fue un gran desacierto que perjudicó las relaciones diplomáticas de los dos países.

Donald Trump habría cometido una serie de errores y excesos contra Cuba

Aparecen más desaciertos diplomáticos de la era Donald Trump. El Departamento de Estado desclasificó un informe secreto en el que se menciona una serie de errores y excesos del expresidente con Cuba. Según el documento, reseñado por El País, la Administración de Trump cometió un desacierto -con falta de coordinación e incumplimiento de procedimientos- en cerrar la embajada norteamericana en La Habana.

El informe, proporcionado por el Archivo de Seguridad Nacional de EE UU, indica que el republicano tomó la decisión de reducir el 60% del personal consular en La Habana, y desactivar en la práctica el funcionamiento de la embajada, como respuesta a una equivocada percepción de que el país caribeño tuvo responsabilidad en los misteriosos problemas de salud que afectaron a sus funcionarios en 2018.

“El mecanismo de la causa de las lesiones es actualmente desconocido. Desconocemos el motivo de estos incidentes, cuándo comenzaron realmente, o quién lo hizo”, señala un informe interno del Departamento de Estado redactado en el mencionado año.

Además, de acuerdo a El País, se crítica la actuación del exsecretario de Estado, Rex Tillerson, por no designar “a un alto funcionario como responsable general” de la investigación, y critica además “el excesivo secretismo” de la CIA por no compartir información con el Departamento de Estado, lo que “retrasó” la coordinación de una “respuesta adecuada”.


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“La decisión de reducir el personal en La Habana no parece haber seguido los procedimientos estándar del Departamento de Estado, y no fue precedida ni seguida por ningún análisis formal de los riesgos y beneficios de la presencia física continuada de los empleados del Gobierno estadounidense en La Habana”, señalaba al respecto el informe recién desclasificado.

Como se sabe, a finales de 2016 y principios de 2017, una veintena de diplomáticos norteamericanos con destino en La Habana, así como miembros de sus familias, reportaron sufrir mareos, vértigos y dolores agudos en los oídos que podían estar causados por unos extraños sonidos a los que habían estado expuestos. Según sus testimonios, los sonidos provenían de una dirección específica, y los habían escuchado en sus propias residencias o, en algunos casos, en habitaciones de hotel.

Y en octubre de ese mismo año, Donald Trump fue más directo: “Yo creo que Cuba es responsable; sí, lo creo”, afirmó. Lo que vino después fue una alerta de Washington para que nadie viaje a La Habana, lo cual fue el inicio del resquebrajamiento de las relaciones diplomáticas que restablecieron en los últimos de la gestión de Barack Obama. @mundiario

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