Trump evita pronunciarse respecto a las últimas filtraciones de Wikileaks

La Casa Blanca.
La Casa Blanca.

Pese a su guerra fría con la agencia de inteligencia, el presidente ha evitado pronunciarse al respecto de estas filtraciones y su vocero sólo ha dicho que está "extremadamente preocupado".

Trump evita pronunciarse respecto a las últimas filtraciones de Wikileaks

La nueva filtración masiva de Wikileaks en que se evidenciaba que la CIA había espiado a varios individuos particulares por medio de programas de hackeo de teléfonos, ordenadores e inclusive televisores ha sido recibida por la Casa Blanca con un silencio casi rotundo. Pese a que Donald Trump y la matriarca de las agencias de inteligencia llevan meses enfrentados, el presidente ha evitado decir algo respecto a este escándalo, que le llega como agua en pleno desierto de críticas y guerras con medio mundo. Su mismo vocero, Sean Spicer, se ha limitado a asegurar que el mandatario está "extremadamente preocupado".

"El presidente ha indicado que cualquiera que filtre información clasificada deberá ser sometido a la ley en grado máximo. Perseguiremos a la gente que filtre información confidencial, y lo haremos en el máximo grado que permita la ley", aseguró el jefe de Prensa de la residencia presidencial.

El tema para el país es una auténtica caja de Pandora, especialmente para el republicano. Desde el año pasado ha tenido este tema como un título permanente en su agenda, como en el verano cuando los servidores del Partido Demócrata fueron invadidos por hackers supuetamente al servicio del Kremlin. Aquel escándalo lo llevó a pedir a Moscú que siguiera atacando virtualmente a Hillary Clinton, la entonces candidata del partido progresista. Una vez elegido como presidente, empezó la guerra fría con los servicios de inteligencia de su mismo país. El conflicto ha llegado al punto que en su momento el magnate llegó a admitir que confiaba más en Julian Assange, fundador de Wikileaks, que en sus propios espías. "Julian Assange dice que ‘un chaval de 14 años podría haber hackeado a Podesta’. ¿Por qué tuvo tan poco cuidado el Partido Demócrata? ¡Además dijo que los rusos no le dieron la información!", se burló en enero.

Spicer salió al paso de su superior y aseguró que hay grandes diferencias entre aquella primeras filtraciones y la de ayer, que apuntaba directamente a la CIA. El vocero presidencial acusó a la prensa de usar dos criterios distintos para cubrir un tema y otro.

Hasta el momento, la Asociación Central de Inteligencia (la misma CIA, por sus siglas en inglés) tampoco ha dicho absolutamente nada, ni afirmar ni negar la sonrojante información de Wikileaks. De acuerdo a noticias de la CNN, dicha asociación y el FBI ya trabajan en una investigación para determinar cómo llegaron todos esos documentos a manos de las huestas de Assange. La sospecha es que ha sido un antiguo colaborador quien robó toda esa información y la envió al fundador de la plataforma. Las brechas que habrían provocado esta filtración fueron detectadas desde el año pasado, aseguró la agencia de noticias Reuters, que a su vez cita a varios funcionarios.

El FBI asegura que era obvio

"No existe algo como la privacidad absoluta en Estados Unidos, no hay un lugar al margen del alcance judicial". Con esas palabras defendió James Comey, jefe del FBI, a la CIA de las acusaciones en cuestión. ""enemos una expectativa razonable de privacidad en nuestros hogares, coches y en nuestros dispositivos. El Gobierno no puede invadir esa privacidad sin una buena razón revisable en los tribunales", expresó.

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