Trump castiga a la Corte Penal Internacional por investigar al Ejército de EE UU

Donald Trump, presidente de EE UU. / Twitter
Donald Trump, presidente de EE UU. / Twitter
El presidente aprueba sanciones económicas y restricciones en los viajes del personal del tribunal de justicia internacional, que investiga los presuntos crímenes de guerra de las tropas estadounidenses en Afganisán.
Trump castiga a la Corte Penal Internacional por investigar al Ejército de EE UU

Donald Trump asesta un golpe a la Corte Penal Internacional: el presidente de Estados Unidos ha aprobado la aplicación de sanciones económicas y restricciones de viaje contra los funcionarios del tribunal internacional, que investiga los presuntos crímenes de guerra de las tropas estadounidenses en Afganisán.

La orden ejecutiva firmada por el republicano establece que la Casa Blanca responderá con castigos a cualquier movimiento que intente investigar, arrestar, detener o enjuiciar al personal del Ejército norteamericano sin el consentimiento de Washington.

En concreto, la medida apunta al bloqueo de las propiedades que los funcionarios de la CPI, involucrados (o relacionados) con investigaciones contra los soldados americanos o los agentes de la inteligencia, tengan bajo una jurisdicción estadounidense.

“Las acciones de la Corte Penal Internacional son un ataque a los derechos de los estadounidenses y amenazan con socavar nuestra soberanía nacional”, ha denunciado la jefa de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany. “El presidente ha autorizado sanciones económicas contra funcionarios de la Corte directamente implicados en un esfuerzo para investigar a personal de Estados Unidos sin el consentimiento de Estados Unidos”, ha añadido.  


 

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El polémico movimiento de Trump aviva la eterna tensión entre Estados Unidos y a la Corte Penal Internacional (CPI), una entidad fundada en 2002 como garantía de “la mejor defensa contra la impunidad”, de la que la nación se desmarcó apenas tuvo oportunidad.

Bill Clinton firmó la entrada de Washington en la CPI un día antes de abandonar el Despacho Oval, aunque la Administración de George W. Bush tenía claro cuál sería su primer objetivo: retirar la rúbrica norteamericana del estatuto del primer tribunal permanente tan pronto fuera posible.

“El CPI se creó para que rindiesen cuentas criminales de guerra, pero en la práctica ha supuesto una burocracia internacional ineficaz que ataca y amenaza al personal de Estados Unidos, así como al de nuestros socios y aliados [en referencia a Israel]”, ha afirmado la portavoz de Trump.

La investigación de la Corte Penal Internacional contra las tropas de EE UU

La disputa entre la CPI y el presidente Donald Trump inició en marzo pasado, cuando el organismo dio luz verde a una investigación sobre los presuntos ‘crímenes de guerra’ y ‘de lesa humanidad’ perpetrados en Afganistán desde mayo de 2003.

La moción establecía que EE UU había contribuido a estas faltas al apoyar al Talibán y los soldados afganos con efectivos armados y de inteligencia estadounidenses, por lo que las tropas debían ser sometidas a una investigación.

La decisión de Donald Trump es un golpe sobre la mesa para recordar que no le temblará el pulso para enterrar tratados, organizaciones o acuerdos internacionales que no se ajusten a sus políticas: como ha ocurrido con el Acuerdo del Clima de París, el Consejo de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, o más recientemente la Organización Mundial de la Salud. @mundiario

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