Trump baja la guardia y pone sobre la mesa una eventual negociación con Corea del Norte

Donald Trump, presidente de Estados Unidos. / gq.com
Donald Trump, presidente de Estados Unidos. / gq.com

El presidente de Estados Unidos asegura que se han logrado “muchos progresos” en el conflicto contra Pyongyang.

Trump baja la guardia y pone sobre la mesa una eventual negociación con Corea del Norte

Donald Trump baja la guardia. El presidente de Estados Unidos por primera vez parece dispuesto a poner la guerra en segundo plano y abrir los brazos a Corea del Norte para resolver el eterno conflicto por la vía pacífica. Al menos esa es la lectura que deja el último discurso del mandatario, pronunciado en el marco de su gira por Asia. El republicano ha insistido este martes en que se han logrado “muchos progresos” en la crisis en torno al programa nuclear de Pyongyang, al tiempo que ha instado a la nación norcoreana a sentarse a la mesa de negociación.

En una rueda de prensa celebrada desde Seúl, donde se ha reunido con el presidente surcoreano, Moon Jae-in; el desafiante Trump se ha guardado la postura beligerante que le ha caracterizado en los últimos meses para dar paso a su mejor intento de conciliación. Esta vez no hubo ataques ni insultos. El magnate neoyorquino no llamó “hombre cohete” al líder supremo norcoreano Kim Jong-Un, y tampoco amenazó con destruir por completo el país vecino, como hizo hace unos meses en la Asamblea General de la ONU.

Lejos de esto, el jefe de Estado mostró una actitud optimista e incluso un tanto esperanzadora. “Todo se arreglará. Siempre se arregla. Tiene que arreglarse", sostuvo. “Creo que tiene sentido para Corea del Norte hacer lo correcto, no solo por ellos mismos sino por toda la humanidad”, agregó.

Asimismo, el mandatario ha insistido en que ve "ciertos movimientos" hacia un posible diálogo con Pyongyang y en que este revés es un claro resultado del endurecimiento del tono y las políticas de su  Administración contra el país asiático. "Estamos mostrando una posición muy fuerte, y creo que entienden que tenemos un poder militar incomparable", dijo Trump.

 

 

Por otra parte, el presidente norteamericano no ha querido dejar pasar la oportunidad de hablar sobre el papel protagónico que los aliados juegan en medio del conflicto. En ese sentido, Trump, ha apoyado el mayor peso sobre China y Rusia, dos naciones a las que, según han adelantado funcionarios de la Casa Blanca, reclamará que colaboren en la presión contra el régimen de Corea del Norte.

“Si sumamos a China y Rusia, y otros países, queremos la mayoría, creemos que entonces pasarán cosas y podrían pasar muy rápido”, concluyó el republicano, que fue recibido por miles de protestantes de Corea del Sur, que no se guardaron su descontento contra quien, desde su punto de vista, les ha puesto en el blanco de un ataque norcoreano con su retórica beligerante. Y que defienden que ni siquiera su nueva -y sospechosa- postura pacífica podrá frenar el inminente choque de trenes. @mundiario

 

 

 

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