Trump advierte a los líderes del mundo de que no bajará el tono de sus palabras

Donald Trump. / Facebook.
Donald Trump. / Facebook.

El presidente estadounidense ha dejado claro que defenderá la dignidad de su país aun si para ello necesita cargarse a otros funcionarios y mandatarios, como pasó con Peña Nieto.

Trump advierte a los líderes del mundo de que no bajará el tono de sus palabras

Cuando Donald Trump subió a las tarimas de la política para intentar -otra vez- hacerse con la presidencia de Estados Unidos, su discurso salido de tono y sus constantes pérdidas de autocontrol fueron consideradas como una estrategia para llamar la atención de su público objetivo. Pasaron los meses, ganó las primarias del Partido Republicano para luego ganar las elecciones generales de Estados Unidos y, finalmente, convertirse en presidente. Su tono, sin embargo, no ha cambiado. Y parece que tampoco lo hará en el futuro.

Tras haber obligado al presidente de México, Enrique Peña Nieto, a cancelar su visita a Washington y haber tenido una alterada conversación telefónica con Malcolm Turnbull, primer ministro de Australia, el empresario ha asegurado que nada hará que le baje a sus impulsivas palabras. "Créanme, cuando oyen hablar de las llamadas telefónicas duras que estoy teniendo, no se preocupen. No se preocupe", expresó respecto a las llamadas a los dos mencionados jefes de Gobierno. Trump acudió al victimismo para justificar su actitud, una que viola por completo los cánones de la diplomacia. "Prácticamente, todos y cada uno de los países del mundo se han aprovechado de nosotros, pero eso no va a seguir sucediendo. El mundo tiene problemas, pero vamos a arreglarlos, ¿de acuerdo? Eso es lo que yo hago, arreglo cosas", expresó.

De esta forma, el empresario contestó a quienes criticaron sus salidas de tono al momento de comunicarse con homólogos de todo el mundo, siendo algunas incluso muy agresivas. Durante su última conversación telefónica con Peña Nieto, el magnate habría advertido a aquél que estaba dispuesto a enviar a soldados estadounidenses a acabar con los narcotraficantes -bad hombres, según las palabras del neoyorquino- en territorio mexicano. La información fue proporcionada por la agencia AP, pero fue desmentida posteriormente por la misma Casa Blanca.

Más allá de si aquello de verdad fue dicho o no, Peña Nieto, quien ha sido el principal perjudicado por las arremetidas de un hombre acostumbrado a las cámaras de los reality show y el bullicio de la lucha libre, probablemente no está para rumores ni bromas de ese tipo. Los dos mandatarios se comunicaron al día siguiente que el mexicano cancelara su expedición a los Estados Unidos para intentar calmar las aguas, pues cuando menos el priísta está dispuesto a hacer lo posible por mantener las relaciones bilaterales en el mejor estado posible, o en el menos peor, para ser objetivos.

El otro mandatario al que supuestamente Trump habría vilipendiado fue Turnbull, jefe de Gobierno de Australia. Al igual que con Peña Nieto, el Despacho Oval confirmó que la conversación con el australiano fue "constructiva". Los rumores apuntaban a que Trump habría colgado el teléfono abruptamente en plena conversación, algo que igualmente ha desmentido ya su despacho. Sin embargo, lo que no desmintió fue que la llamada en su momento haya subido de tono.

La llamada, celebrada este sábado 28 de enero, estaba planeada para durar solamente una hora. Sin embargo, medios de prestigio como The Washington Post y CNN, aseguraron que el estadounidense pausó la llamada cuando llevaba 25 minutos en el auricular, lo cual la misma Casa Blanca secundó, mas ninguna fuente ha dicho si al final la conversación habría durado menos de lo programado. Pero igual Trump no es alguien que guste de delicadezas, por lo que según el medio de Washington le habría dicho a Turnbull que la que había tenido con él era la peor conversación "de lejos" en todo el día, en el que también se comunicó incluso con Vladimir Putin.

La grosera aseveración llegó luego de que Turnbull le habría recordado al estadounidense que tenía el compromiso de recibir a 1.250 refugiados en su país. Horas antes, Trump había firmado su orden ejecutiva en la que prohibía a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana atravesar las fronteras de Estados Unidos.

De acuerdo al rotativo ya mencionado, al inquilino de la Casa Blanca no le hizo ninguna gracia el memorando de Turnbull pues consideraba que Australia estaba intentando mandarles a algún o algunos musulmanes que podrían perpetrar ataques terroristas en suelo norteamericano. En 2013, dos hermanos hicieron explotar una bomba durante la maratón de Bostón. Los dos habían llegado a Estados Unidos en calidad de refugiados.

La oficina del Ejecutivo australiano confirmó que el Departamento de Estado y la Presidencia de Estados Unidos se comprometieron a mantener los pactos migratorios heredados de la Administración Obama. No obstante, el republicano criticó aquellos pactos en sus redes al calificarlos como "estúpidos" y que está dispuesto a estudiarlos minuciosamente. @hmorales_gt

 

 

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