Muchas de las promesas electorales solo son buenos deseos

Ciudadanos desconcertados.
Ciudadanos de papel.

En un año agotador de elecciones y campañas electorales, se han hecho tanta promesas que gane quien gane seremos felices si se cumple la décima parte de lo prometido.

Muchas de las promesas electorales solo son buenos deseos

En un año agotador de elecciones y campañas electorales, se han hecho tantas promesas que gane quien gane seremos felices si se cumple la décima parte de lo prometido.

Nuestra democracia ya es madura aunque esté sin concluir y por este motivo no resulta fácil que seamos crédulos ante el río de promesas que se vierten en las campañas y las precampañas que suelen durar toda la legislatura convirtiendo la política en algo siempre precario. Los ciudadanos ya hemos aprendido en propia carne que la cosas cuestan dinero y cuando no lo hay las promesas se las lleva el viento como hemos visto con todos los gobiernos. Las medidas que tienen un coste no son programa, son deseos que pueden citarse para saber cuál es la ideología del que los menciona, pero a continuación deberían meterse en un cesto para comprometerse a realizarlos si se consigue presupuesto para ello. A continuación, lo que la gente cada vez menos crédula quiere oír es como se gererará ese dinero y como y porqué van a crecer nuestros presupuestos, si crecerá el PIB, si aumentarán los impuestos, o si aumentaremos el déficit y la deuda.  En caso contrario, si no van a crecer los ingresos, los partidos debería decir qué gastos van a reducir para habilitar partidas presupuestarias nuevas.

Lo que sí pueden prometer los partidos, y además deben hacerlo, son las medidas políticas que piensan tomar porque estas son gratis y está en sus manos cumplirlas si obtienen mayoría suficiente para ello, por ejemplo separar de hecho el poder judicial diciendo cómo, porque ahora también se dice independiente y sin embargo vemos que está politizado dando lugar a que todas las sentencias se recurran por cada tribunal por el que se va pasando, Supremo, Constitucional, etc., hasta llegar a Bruselas que tiene criterios diferentes y las sentencias van siendo modificadas al mismo tiempo que la resolución definitiva se eterniza, cuando el cambio de sentencia debería ser una excepción.

Otras promesas que se pueden hacer son el cambio de la Ley Electoral que se ha quedado en el pacto de la transición, listas abiertas, modificaciones de la Constitución, transferencias pendientes a las Autonomías, la forma de Estado, etc., montones de decisiones que no tienen coste y que llevaría a España a una democracia desarrollada plenamente sobre la que construir las bases del cambio prometido, aunque también se pude poner en el programa las cosas que no se cambiarán nunca.

Mucha gente exige que se prometa solo lo que se puede cumplir, se defina cuáles son los deseos del partido, la línea que seguirán en caso de crecimiento presupuestario, cómo piensan crecer o cómo y dónde piensan recortar, pero sobre todo que no se tome al elector por un ser en vías de desarrollo.

 

De momento solo sabemos que el PP quiere seguir en la misma senda, la que ha llevado a las dimisiones en cadena en las Comunidades regidas por ellos, pero que son las del crecimiento y la promesa de que eso generará empleo, algo que está por ver porque Inglaterra crece menos pero se ha quedado sin paro. El PSOE dice lo que va a derogar pero no lo que va a legislar en su lugar y tiene en su contra que en el cambio de cromos ha apoyado a formaciones que sus votantes no podían llegar a imaginar. Dicen que son gobiernos de izquierda pero no le hace feos al centro o crentro derecha si eso le da el poder. 

Los partidos de nuevo cuño, los que no se sientan en el Parlamento y no pueden ser juzgados por su trayectoria, llevan caminos diferentes. Ciudadanos apuesta por todos los cambios políticos que pueden realizarse de inmediato para llegar a la democracia real sobre la que construir un gran consenso constitucional en el que nadie se sienta excluido. No suena mal pero habrá que esperar para conocer en profundidad el programa que presentan en noviembre y analizar cuáles son sus deseos y dónde están los recursos para cumplirlos. El otro partido nuevo, Podemos, había creado gran expectación y esperanza en mucha gente que querían llevar a la práctica los deseos del 15M, pero se han ido desinflando por la falta de concreción. Monedero tiraba para la izquierda y Errejón tira para el centro. Han pasado de ser bolivarianos a querer ser holandeses pero sin monarquía. No es una mala opción para una refundación de la izquierda pero les ha fallado IU como les ha fallado todas esas formaciones que bajo otras siglas alcanzaron el poder gracias a ellos y ahora miran para otro lado.

En resumen, que mucha gente exige que se prometa solo lo que se puede cumplir, se defina cuáles son los deseos del partido, la línea que seguirán en caso de crecimiento presupuestario, cómo piensan crecer o cómo y dónde piensan recortar, pero sobre todo que no se tome al elector por un ser en vías de desarrollo.

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