Todos los Estados tienen la obligación de investigar las desapariciones forzadas

Protesta ciudadana.
Protesta ciudadana.

Las víctimas de desapariciones forzadas son también los padres, hijos, parejas o amigos de quienes han desaparecido; mujeres y hombres angustiados que buscan desesperadamente información de cualquier tipo.

Todos los Estados tienen la obligación de investigar las desapariciones forzadas

La imagen clásica de una víctima de desaparición forzada es la de una persona que ha sido privada de libertad y llevada a un lugar de detención secreto, donde permanece retenida sin contacto alguno con el mundo exterior. Sin embargo, las víctimas de desapariciones forzadas son también los padres, hijos, parejas o amigos de quienes han desaparecido; mujeres y hombres angustiados que buscan desesperadamente información de cualquier tipo, aunque solo sea un indicio, que les permita encontrar a sus seres queridos.

Según la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, se entiende por víctima también a "toda persona física que haya sufrido un perjuicio directo como consecuencia de una desaparición forzada". Con el apoyo de sus comunidades y de los defensores de los derechos humanos y las organizaciones no gubernamentales, esas víctimas se dirigen a las autoridades y les exigen una debida respuesta. Tienen derecho a saber la verdad sobre las circunstancias de esas desapariciones, el progreso y los resultados de las investigaciones, de haberlas, y, en última instancia, sobre la suerte y el paradero de sus seres queridos.

Todos los Estados tienen la obligación de investigar las desapariciones forzadas y de enjuiciar y castigar a sus autores. En cambio, las víctimas a menudo enfrentan la falta de atención o la hostilidad abierta de las autoridades a las que se dirigen. El Comité contra la Desaparición Forzada y el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, los dos principales mecanismos de expertos de las Naciones Unidas competentes en este ámbito, han recibido información sobre represalias, como detenciones arbitrarias, amenazas y actos de intimidación, cometidas contra los familiares o contra los defensores de los derechos humanos, los abogados y las organizaciones no gubernamentales que los apoyan.

En el Día Internacional, exhorté a los Estados a que reconozcan que los familiares y amigos de los desaparecidos también son víctimas y garanticen su derecho a la protección plena contra toda forma de represalia. Insto además a todos los Estados Miembros a que firmen o ratifiquen la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas o se adhieran a ella, pues comprende disposiciones específicas contra el maltrato o la intimidación de testigos, allegados de los desaparecidos y personas que participen en la investigación de las desapariciones forzadas.

Demostremos nuestra solidaridad con las víctimas y con sus familiares empeñados en hacer efectivo su derecho a la verdad y la justicia.

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