Tillerson vuelve locos a los diplomáticos y funcionarios de Estados Unidos

Rex Tillerson, ex secretario de Estado de EE UU, y Donald Trump. / gov.us
Rex Tillerson y Donald Trump. / gov.us

El secretario de Estado rechaza $80 millones para contrarrestar a ISIS y la propaganda falsa de Rusia, algo que enfurece a los diplomáticos. 

Tillerson vuelve locos a los diplomáticos y funcionarios de Estados Unidos

El secretario de Estado Rex Tillerson se resiste a las súplicas de los funcionarios del Departamento de Estado de gastar casi 80 millones de dólares asignados por el Congreso para combatir la propaganda terrorista y la desinformación de Rusia. El no aprovechar la financiación aprobada por el Congreso, enfurece a los funcionarios.

Es muy inusual que un secretario del Gabinete rechace dinero para su departamento. Pero más de cinco meses después de ocupar su cargo, Tillerson no ha emitido ni siquiera una simple solicitud para el dinero asignado al Centro de Participación Global del Departamento de Estado, de los cuales 60 millones de dólares están estacionados en el Pentágono. Otros 19.8 millones de dólares se sientan intactos en el Departamento de Estado.

Mientras ese dinero reposa plácidamente los asistentes de Tillerson rechazan las llamadas de diplomáticos de carrera y miembros del Congreso para poner el dinero a trabajar contra los adversarios de Estados Unidos en el mundo.  Los 60 millones de dólares expirarán el 30 de septiembre si no son transferidos al Estado para ese entonces.

Esta lucha por el dinero demuestra que el enfoque de Tillerson para manejar el Departamento de Estado está engendrando frustración entre los diplomáticos estadounidenses. Los actuales y antiguos funcionarios estadounidenses lo llaman el último ejemplo de una severa desaceleración en la toma de decisiones del departamento.

Este lío hace evidente la dependencia de Tillerson de un círculo de ayudantes políticos que desconfían de los empleados de carrera del Estado. Y además plantea el hecho de que Tillerson es también una víctima de la intención del presidente Donald Trump de recortar el presupuesto, algo que tiene al secretario buscando maneras de remodelar el departamento y gastar menos dinero.

También se dice que un asesor de Tillerson, R.C. Hammond, sugirió que el dinero no es bienvenido porque cualquier financiamiento adicional de programas para contrarrestar la influencia de los medios de comunicación rusos enfadaría a Moscú, algo que en público pareciera que no importa, pero que tras bambalinas es un pecado para esta administración.

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