¿Tiene sentido el nuevo estatus que pretenden conseguir en La Línea?

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La Línea hoy
Las alusiones al "hecho diferencial" que se invoca en La Línea para celebrar un referéndum evocan inevitablemente al del "procès"
¿Tiene sentido el nuevo estatus que pretenden conseguir en La Línea?

Como es bien sabido, cuando los británicos ocuparon Gibraltar, la población toda del peñón (menos un cura y un renegado) abandonaron el lugar y fundadon San Roque, “donde reside Gibraltar”. España levantó frente a la colonia “una línea de defensa”, formada por dos fortines, los de santa Bárbara y San Felipe, que, por cierto, destruyeron los ingleses cuando “vinieron a ayudarnos a vencer a Napoleón” y cuyo terreno acabaron ocupando y cerraron con la primera verja. No sin antes quedarse con el espacio donde ahora se halla el cementerio y que España les permitió ocupar durante una de las epidemias que asoló la ciudad.  Poco a poco, la Línea fue creciendo como núcleo urbano, donde residían los españoles que iban a trabajar a Gibraltar, al tiempo que los “llanitos” adquirían viviendas y propiedades en toda la bahía de Algeciras y la provincia de Cádiz, donde muchos de ellos tienen su segunda residencia.

La Línea ha vivido en gran parte no sólo del trabajo que proporcionaba Gibraltar, y del comercio derivado del propio abastecimiento de la roca, sino del contrabando de todo tipo de géneros, pero especialmente tabaco, hasta la actual situación del tráfico industrial de drogas de todo tipo, pero especialmente el hachís que transita desde Marruecos con una organización logística que se perfecciona.

No deja de ser una cierta paradoja que para justificar la iniciativa que acaba de iniciar su ayuntamiento se aluda ¡cómo no! Al “hecho diferencial” de la historia, la economía y su proximidad y relaciones con la colonia británica. Pues como si Cartagena quisiera independizarse de Murcia, la corporación de La Línea acaba de aprobar por mayoría el proceso para ¿cómo no? celebrar una consulta popular que le permita dejar de formar parte de la provincia de Cádiz e independizarse de Andalucía para convertirse en ciudad autónoma como lo son Ceuta y Melilla. De los 25 ediles, sólo tres son del PSOE que, en vez de votar en contra de la moción, como hizo el único del PP, asombrosamente se abstuvieron, por lo que la propuesta fue positivamente sancionada para seguir su trámite con el acuerdo pleno de los 21 concejales del partido “La Línea 100x100”, al que pertenece su alcalde José Juan Franco Rodríguez. Lo que hoy es La línea era una parte del término de Gibraltar, dentro del Reino de Sevilla, a partir de la conquista de Reino Nazarí de Granada por parte de la Corona de Castilla en el siglo XV.

Curiosamente, el himno de La Línea dice en una de sus estrofas: “Línea de la Concepción/trono de la fantasía/fragua donde Andalucía/ forja plata de ilusión/ Rincón de la patria mía/ trozo de suelo español/ asomado a la bahía/ donde siempre brilla el sol”. La línea de defensa frente a la colonia británica era una serie de baluartes formidables, que recibían el nombre de Línea de Contravalación o Línea de Gibraltar. Lo que luego sería una ciudad no era otra cosa que un campamento, pero con el tiempo, tras la destrucción de las defensas, el territorio fue creciendo porque se establecieron en la zona comerciantes procedentes de San Roque. De suyo, aquel territorio se convirtió en la despensa y el suministrador a Gibraltar de carnes, frutas, verduras y hortalizas, y con el tiempo de mano de obra para la roca, al tiempo que los pobladores de la colonia adquirían propiedades fuera de ella. El Ayuntamiento se constituye el 20 de julio de 1870, pero el título de ciudad tuvo que esperar hasta que le fue otorgado en 1913 por Alfonso XIII.

Manipular las emociones del vecindario

Es evidente la influencia de lo del “hecho diferencial” y el referéndum en la iniciativa de la Línea que, en todo caso, precisa que el Gobierno lo permita. El alcalde Franco considera que el suyo es un municipio atípico por su proximidad y relaciones con la colonia, y que por lo tanto precisa un régimen especial, competencias especiales y reconocimiento de su personalidad singular. Y como no podía faltar en este caso, también presenta su memorial de agravios frente al Estado. Como si fuera el único lugar de España que está situado frente a una frontera geográfica o fiscal. El PSOE, aunque no votó en contra de la propuesta, sí expresó su preocupación por las consecuencias de todo tipo que podrían generarse, según el resultado del referéndum y comparó la actitud del equipo de gobierno local con la de los responsables del “procés” catalán. Para el PP, lo que hace el grupo mayoritario del Ayuntamiento es manipular al vecindario usando un sentimiento local que convierte en otra cosa. El texto íntegro de la pregunta de ese hipotético referéndum : “¿Cree usted conveniente que el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción eleve al Gobierno de la Nación y a las Cortes Generales una petición para instar la conversión del municipio en comunidad autónoma, de acuerdo con el art. 144 a) de la Constitución Española?”.

Este cambio substantivo tendría que ser sancionado por las Cortes Generales, en el caso de que apreciaran que está justificado por ser “de interés nacional”, lo que requeriría que el reconocimiento de la Línea como ciudad autónoma fuera aprobada por mayoría a través de una Ley Orgánica.  De momento, el Ayuntamiento ha requerido un informe-dictamen sobre la viabilidad de sus pretensiones al catedrático de Derecho Constitucional Antonio de Cabo de la Vega. Pero en los discursos al uso, da la sensación de que, aunque se pone como ejemplo el de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, se aprecia una ambición que se acerca más a las competencias y características de las comunidades autónomas, propiamente, pese a que el alcalde Franco ha negado que estén influidos por el “procès”, porque se sienten “gaditanos, andaluces y españoles", sino que se busca "una solución jurídico administrativa a los problemas" que tiene la ciudad, que no tiene parangón con ningún municipio del territorio nacional".

El regidor linense entiende que, entre otras cosas, las consecuencias del Brexit, los once mil  vecinos de la ciudad que trabajan en Gibraltar, el régimen laboral y de pensiones que les es aplicado, y sobre todo el peliagudo problema del narcotráfico exigen un tratamiento especial, que no pueden afrontar, dice, con la actual estructura jurídico administrativa, lo que sorprende, pues tanto el Brexit como el narcotráfico y la delincuencia sobre problemas que afectan al conjunto de la nación. Pero alcalde reclaman un régimen fiscal especial y un tratamiento diferenciado para los funcionarios que están trabajando en el municipio. En suma, dice que sólo pide que se les permita consultar qué piensan los vecinos de la Línea sobre lo que él demanda y propone. En ese sentido, compara su propio presupuesto con el de Ceuta, o con de Gibraltar.

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