Theresa May vuelve a apostar al tiempo: aplaza (otra vez) la votación del Brexit

Theresa May, primera ministra británica. / RTVE
Theresa May, primera ministra británica. / RTVE

El primera ministra británica continúa estirando peligrosamente los plazos y este martes ha solicitado más días para discutir con la Unión Europea las modificaciones del acuerdo necesarias que la Cámara de los Comunes le dé su bendición al divorcio.

Theresa May vuelve a apostar al tiempo: aplaza (otra vez) la votación del Brexit

Theresa May continúa apostando al salvavidas que la mantiene a flote en medio del caos causado por el Brexit: el tiempo. La primera ministra británica sigue estirando peligrosamente los plazos y este martes ha solicitado aplazar la votación del acuerdo de divorcio (otra vez).

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La líder de los tories ha solicitado ante el Parlamento británico unos días adicionales para discutir con la Unión Europea las modificaciones necesarias para que la Cámara de los Comunes le dé su bendición al pacto de separación. 

"Luego de ponernos de acuerdo con la UE sobre las negociaciones adicionales, necesitamos ahora más tiempo para cerrar el proceso", dijo May, de acuerdo con la agencia AFP. “Cuando logremos hacer el progreso que necesitamos presentaremos otra votación decisoria”, ha añadido la premier.

La declaración llega en la misma semana en la que estaba previsto que May presentara una alternativa al acuerdo de retirada, tras la terrible derrota cosechada el mes pasado. En lugar de esto, el Ejecutivo ha dado cuenta de una nueva agenda: celebrar el próximo 27 de febrero una serie de votaciones no vinculantes que le permitan a los diputados votar sus propias enmiendas.

El retraso, por supuesto, no ha sentado nada bien a la oposición. El líder laborista Jeremy Corbyn, ha acusado a May de tratar de “chantajear” a los diputados a fuerza de discursos con falta de contenido y novedades. “Da la impresión de que la única táctica de verdad de la primera ministra es dejar correr el reloj, con la esperanza de chantajear a los miembros de esta Cámara para que apoyen un acuerdo profundamente defectuoso”, reprochó. “Está jugando con el tiempo, jugando con los puestos de trabajo de la gente, con nuestra economía, la seguridad y el futuro de nuestras industrias”, agregó el jefe de los laboristas.

El complicado escenario podría llevar el asunto al límite, con una votación que tendría lugar tan solo días antes del 29 de marzo, fecha oficial de salida del Reino Unido del bloque comunitario. Una jugada que enfrentaría al Parlamento con dos opciones: aceptar el acuerdo suscrito por los Veintisiete –que ya fue rechazado masivamente- o comenzar a andar la salida sin pacto alguno. @mundiario