Testimonio desde León: despedida a una amiga, despedida a Isabel Carrasco

Isabel Carrasco. / diariodigitaldeleon.com
Isabel Carrasco. / diariodigitaldeleon.com

Isabel Carrasco amaba su tierra, quería lo mejor para León, era una gran gestora y con una capacidad de trabajo que muy pocos estaban preparados para seguir.

Testimonio desde León: despedida a una amiga, despedida a Isabel Carrasco

Isabel Carrasco amaba su tierra, quería lo mejor para León, era una gran gestora y con una capacidad de trabajo que muy pocos estaban preparados para seguir.

Querida Isabel, ahora que ya no estás, se agolpan en mi cabeza recuerdos y vivencias que compartimos. Una de las últimas veces que puede compartir un rato  largo y relajado contigo fue en “una comida de chicas en un restaurante de la ciudad”. Se acerca el camarero, le miras directamente a los ojos y le dices:

- ¿A ti qué te pasa?

- Acabo de perder a mi madre y no sé qué hacer.

- ¿Cómo que no sabes lo que vas a hacer? Tienes que llorarla y vivir, seguir viviendo.

¡Esta era Isabel Carrasco Lorenzo! Una mujer llena de vitalidad, ideas e ilusión.

Isabel y yo discutíamos con cierta frecuencia, no le gustaba mucho que le llevasen la contraria, tampoco fue muy hábil a la hora de escoger algunos compañeros de viaje; siempre acababa enviando un whatsApp diciendo: “Vale y gracias”. No eran necesarias más palabras, sabía lo que estaba pensando y era su forma de decir “tienes razón”.

Isabel amaba su tierra, quería lo mejor para León, era una gran gestora y con una capacidad de trabajo que muy pocos estaban preparados para seguir; de aquí la mayoría de sus enfados. Su pasión era la provincia leonesa, disfrutaba mucho cada martes en su visita a los pequeños municipios. Y defendía a sus diputados a capa y espada.

Hablaba con orgullo de su hija y de Jesús, su pareja. Hoy no tengo palabras de consuelo para ellos; tan solo las suyas, las de Isabel al camarero de: “Tienes que llorarla y vivir, seguir viviendo”.

Isabel era garra, fuerza con todas las connotaciones positivas y negativas que esto pueda suponer.

Isabel, ya no recibiré tus whatsApp pero siempre estarás en mi corazón.

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