El radicalismo del Tea Party es una corriente que también inquieta en Europa

En Europa se están observando movimientos en partidos conservadores al estilo del Tea Party norteamericano. Pero ¿qué es el Tea Party? Conviene conocerlo. Por si acaso.
El nombre de Tea Party, partido del té, proviene del Motín del té, rebelión de los colonos americanos que en 1.773 tiraron al mar en Boston un cargamento de té por imponerles desde la metrópoli en Londres un nuevo impuesto. Un precedente más que inició la guerra de independencia de Estados Unidos contra Inglaterra. Una parte de los votantes republicanos se agrupan actualmente bajo las enseñas del Tea Party. Lo forman 1.400 grupos a lo largo del país con ideas de la revolución conservadora que empezó con el presidente Ronald Reagan y ha llegado hasta George W. Bush. En su mayoría son hombres mayores de clase media, blancos, heterosexuales y poco ilustrados, muy racistas, xenófobos y sobre todo anti Obama.
Durante la primera campaña electoral el presidente Barak Obama llevó a los americanos a pensar en la necesidad de cambiar el rumbo, de hacer una política de reformas favorecedoras para el pueblo norteamericano:
1) Recuperación de la economía, aportación de 600.000 millones de dólares.
2) Reforma sanitaria, todos los americanos con seguro médico.
3) Gasto público para medidas sociales.
4) Aumento de impuestos a empresas más contaminantes.
Pero los muy ricos y muy conservadores han puesto una gran cantidad de dinero para evitar que esta política de reformas se lleve a la práctica. En concreto 3.000 millones de dólares (de forma anónima debido a una ley que permite a las empresas no declarar quien aporta esas cantidades).
Con ello han financiado el movimiento del Tea Party y conseguir sus propios fines de:
- Menos impuestos a las empresas (sobre todo a las que contaminan).
- Menos leyes reguladoras a las financieras, para seguir sus desmanes.
- Menos intervención del estado en la economía, dejándola en manos de las empresas.
El Tea Party apunta varias cuestiones para llegar a un rechazo frontal a la política del gobierno. Propone un programa extremista:
- Rechazar los partidos políticos.
- Enfrentamiento frontal contra el presidente Obama.
- Evitar la pérdida de liderazgo de EE UU.
Fines del Tea Party
El radicalismo del Tea Party es una corriente que también inquieta en Europa. Veamos los fines que señalan los diversos grupos del Tea Party:
1º) Se disfrazan con el slogan “Restaurar América”, de cara a los ciudadanos menos enterados, el pueblo llano.
2º) Dicen que el mejor gobierno es el que no existe.
3º) Defienden una América blanca que lidere el mundo, en contra del mestizaje de color e hispana que se impondrá en 30 años.
4º) Rechazan al emigrante, defendiendo las leyes racistas de Arizona. Si el gobierno toma medidas para legalizar emigrantes dicen que atenta contra la libertad.
5º) Informan a los ciudadanos que EE UU pierde el poder mundial.
6º) Dicen que Obama no es americano, que defiende la implantación de un islamismo radical. Además están en contra de la construcción de mezquitas en Nueva York.
7º) Rechazan el aborto y la reforma sanitaria, dicen impuesta para matar ancianos en residencias.
8º) Están contra la Teoría de Darwin en la escuela.
9º) Defienden a los grupos más radicales. Si el presidente Obama pretende reducirlos y desarmarlos, se crean más milicias armadas para proteger “de sus derechos a los ciudadanos”, sobre todo si se controlan las armas de fuego.
10º) En algunos estados con gobernadores republicanos no dejan llegar las ayudas del Medicaid, proponen menos ayudas y recortes en cupones para alimentos a los pobres.
No hay una dirección única de los 1.400 grupos, apoyados por muchos medios de comunicación como la cadena de ultraderecha Fox y por los nuevos foros de internet, grupos algunos muy significativos como el de Sarah Palin, de ideas radicales, muy poco preparada, antigua gobernadora de Alaska, donde se declaró cansada de gobernar, o el “American for limited government” de ultraderecha.
En las últimas elecciones han ido desde la base para tomar posiciones en la política, han obtenido diversas victorias al recuperar el control de la Cámara de Representantes y aumentar su presencia en el Senado para el partido Republicano, pero también derrotas significativas. Su lider republicano en el Senado es Mitch McConnell. El presidente de la Cámara del Congreso es John Bochner, mano derecha del ultraconservador Newt Gingrich, rival de Sarah Palin, el hombre del no, a todo lo que sea gobernar.
El 11 de octubre del presente año, los congresistas republicanos lograron paralizar parcialmente el gobierno de la nación al no aprobar un incremento de la deuda pública, solicitando como contrapartida eliminar el Obamacare. Un chantaje que el presidente Obama no dejó llevar a cabo. Se comentó: “el gobierno no negocia con extremistas”.
Los congresistas republicanos se dejaron aconsejar por los partidarios del Tea Party para obligar a cerrar el gobierno de la nación. El tesoro americano se quedaba sin fondos para pagar los créditos.
Durante 16 días el gobierno no pudo pagar sus deudas hasta que finalmente se logró un acuerdo en el senado y congreso para elevar el techo de la deuda hasta febrero del 2014, con una votación en el Senado de 81 demócratas a favor contra 18 republicanos. En el congreso, Cámara de Representantes, asistieron 432 congresistas. Votaron a favor 285 y en contra 144, abstenciones 3.
La derrota republicana llegó de la mano de 87 congresistas republicanos que votaron junto a los 198 demócratas. Resultado: republicanos contra republicanos. Sarah Palin ha reaccionado comentando que esos 87 que votaron con los demócratas tendrán en frente en las próximas elecciones, republicanos más radicales.