Clima político ante las europeas: Spain is different, sobre todo por la derecha

Presentación de la nueva fuerza política española Vox
Presentación de la nueva fuerza política española Vox.

En la antesala de las elecciones europeas asistimos a movimientos en los partidos, tanto a escala europea como en el interior de algunos Estados miembros, como España.

Clima político ante las europeas: Spain is different, sobre todo por la derecha

La salida de Vidal-Quadras de las filas populares no será el canto del cisne de una de las peculiaridades más relevantes de la democracia española: la integración de cuando menos cuatro familias ideológicas (democristiana, liberal, conservadora y derecha radical) en una misma fuerza política, el PP.

 

En la antesala de las elecciones europeas asistimos a movimientos en los partidos, tanto a escala europea como en el interior de algunos Estados miembros, como España.

A nivel europeo, lo nuevo y lo más preocupante es la vitalidad de la derecha radical que aspira a mejorar su peso y su organización en el Parlamento Europeo la próxima legislatura.

El grupo de extrema derecha más euroescéptico de la eurocámara, llamado “Europa de la Libertad y de la Democracia”, y el menos numeroso, con 32 europarlamentarios de fuerzas políticas estatales como el Partido por la Independencia del Reino Unido, la Liga Norte italiana o el PP danés, era el único que no contaba con una plataforma política a escala europea.

Alianza Europea por la Libertad

Pero, de cara a las importantes elecciones europeas de este año, la derecha radical ha sofisticado su organización, constituyendo la denominada “Alianza Europea por la Libertad”, que ha presentado ya el pasado diciembre su programa electoral para estos comicios (http://www.eurallfree.org/?q=node/1334).

El rostro más mediático de este grupo de euroescépticos es la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, quien, como su octogenario padre y fundador de su partido, Jean-Marie, ocupa en la actualidad escaño en el Parlamento Europeo. Si bien, lo hacen como “no inscritos”: se encuentran al margen de los siete grupos políticos, situación que reduce sus tiempos de palabra y su capacidad de influencia en las actividades de la eurocámara.

Las encuestas colocan al Frente Nacional como partido más votado en las elecciones de mayo en Francia. Pero, para conformar un eurogrupo político, Marine Le Pen necesita un mínimo de 25 parlamentarios elegidos en cuando menos 7 Estados miembros diferentes. Los partidos estatales ya organizados en la Alianza Europea por la Libertad, el FPÖ austríaco, el Vlaams Belang belga, los demócratas suecos, el PVV holandés y la Liga Norte italiana, además del FN galo, están poniendo toda la carne en el asador antifederalista para lograr su objetivo común de maximizar su potencial de ruido en Bruselas y Estrasburgo.

Alianza de los Conservadores y Reformistas

Conviene recordar que en la actual legislatura, iniciada en 2009, hay todavía otro grupo político euroescéptico en el Parlamento Europeo, conformado por 54 diputados: el grueso del Partido Conservador británico, a los que se suman los europarlamentarios polacos de Ley y Justicia o los checos del Partido Democrático Cívico, entre otros. Estas fuerzas se hallan desde hace algunos años federadas en un partido político a escala europea que se llama “Alianza de los Conservadores y Reformistas”.

Los distintos partidos antifederalistas tratarán de capitalizar en mayo el desencanto ciudadano con el proyecto europeo desencadenado por la crisis económica; la pelota está en el tejado de los partidos centrales, que deberían reaccionar diversificando su oferta política, dentro de la moderación.

Encuesta Social Europea

España es uno de los países con mayor variación de la opinión sobre la UE como efecto de la crisis. Como señalan los datos del Eurobarómetro, si en 2007 el 65% de los españoles estaban más bien a favor de la UE y solo el 23% se posicionaban más bien en contra, a finales de 2012, solo el 20% se declaraban más bien a favor frente a un 72% que manifestaban estar más bien en contra.

Además, los resultados para este país de la última ronda de la Encuesta Social Europea, cuyo campo se desarrolló aquí entre finales de 2012 y principios de 2013, sitúan la confianza de los españoles en la política en el nivel más bajo de la última década y a la cola de Europa. De 0 a 10 (significando 10 “confianza plena”), los españoles concedemos a los partidos un crédito por debajo del 2: el 1,88 de media.

Por cierto, por primera vez en 10 años (la primera ronda de esta rigurosa encuesta se desarrolló en 2002), aumenta en España el interés por la política. También, llama la atención la presencia en este país, bastante por encima de la media europea, de formas de movilización no convencionales como la participación en recogidas de firmas (el 33,2% de los encuestados españoles declaran haberlo hecho) o en manifestaciones (el 25%).

Llega Vox

En este contexto nace la recientemente presentada fuerza política Vox. Las propuestas destacadas por este nuevo partido son fundamentalmente tres: combatir la “partitocracia” y apostar por la “regeneración” democrática; encarar la cuestión catalana y recentralizar el Estado; así como fortalecer la democracia en el seno de las organizaciones de partido.

Vox pretende por tanto competir en el espacio político del PP no en la dimensión centro-derecha sino fundamentalmente en la segunda dimensión del espacio político español, la dimensión centro-periferia; asimismo, y sin pudor, busca pescar en el río revuelto del deterioro de las relaciones entre votantes y partidos.

Empezando por el final, el fichaje de un político en activo con una extensa hoja de servicios al PP, quien fue incluso líder de su organización partidaria en Cataluña, resta credibilidad a la oferta de Vox en relación con el recorte de las atribuciones de los partidos en el sistema político español y la mejora de sus credenciales democráticas. Los ciudadanos dicen que no confían en los partidos; ¿por qué habrían de hacerlo en Vox?

Las autonomías y el centro

Continuando por el ataque al Estado de las autonomías, puede que algunos ciudadanos del barrio de Salamanca piensen que la descentralización política en España haya sido un despilfarro; pero no podrán convencer a muchos electores “de provincias” de que las Autonomías no han tenido nada que ver con la mayor extensión y calidad en la prestación de servicios que han contribuido a mejorar notablemente su calidad de vida y la de sus familias, como la sanidad o la educación. A los datos de encuesta sobre este asunto cabría remitir a Vox.

Finalmente, y ésta es una reflexión más general, si desean reconquistar a la mayoría de los votantes del PP, solo podrán encontrarlos en el mismo lugar de siempre, que comparten con la media del conjunto de los españoles: el centro; léanse también los datos. @cristinaarescc

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