Sin sorpresas: la oposición gana las elecciones legislativas en Noruega
La victoria de la centroizquierda pone fin a ocho años de Gobierno conservador, tras una intensa campaña centrada en la poderosa industria petrolera.
Habrá cambio de Gobierno en Noruega. Los últimos sondeos divulgados por los medios de comunicación en Noruega, dan una amplia ventaja a los laboristas y a su coalición para despojar del gobierno a Erna Solberg y los partidos de derecha que gobernaron al país durante ocho años.
Con estos resultados, el líder de los laboristas Jonas Garth Støre pasaría a dirigir el gobierno incluso según analistas a su manera ya que junto con los aliados son 89 escaños ya garantizados.
El medio de comunicación Aftenposten, publica que todo indicaba que habría una sólida mayoría rojo-verde, pero los pronósticos cambiaban constantemente con el paso de la noche en Oslo.
Pasadas las 12 de la medianoche en Oslo, ya se habían escrutado el 98% y daban como vencedor al Partido Laborista con 48 escaños al Parlamento, pero la alianza roja-verde sumaría un total de 89 escaños para poner fin al gobierno de los conservadores.
El Partido Laborista estaba mejorando los números. Según las proyecciones de la Dirección Electoral, se ubicaban sobre el 25% seguidos de la coalición de derecha con apenas un 21%.
Los resultados por debajo de las facciones más votadas han quedado así: el Partido del Centro (Sp, 14%) y el Partido del Progreso (FrP), de tendencia ultraconservadora, ha logrado un 12 % de apoyo, su peor resultado desde 1993.
El Partido Socialista de Izquierda (SV) ha obtenido un 7 por ciento de votos y por detrás están el Partido Rojo (R) y el Partido Cristiano Demócrata (KrF), ambos con un 5 por ciento.
El Partido Verde tendría un 4 por ciento, cerca del 5 que les garantizaría representación parlamentaria.
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“Ahora finalmente podemos decir: lo hicimos, ha dicho Støre durante su discurso en la vigilia electoral del Partido Laborista”, mientras los seguidores coreaban su nombre: ¡Jonas!, ¡Jonas!.
Con estos resultados, el rumbo del país nórdico da un giro de 360 grados y se enrumba hacia una nueva etapa económica cuando se debate entre la continuidad de la industria petrolera y los desafíos del cambio climático.
El petróleo ha dado grandes riquezas a Noruega y más de 160 mil empleos, pero las afectaciones al planeta han despertado a las organizaciones proambientalistas ha que se “cierren los grifos” y se busquen alternativas para reducir urgentemente las emisiones de gases. @mundiario
