¿Son los gobiernos responsables de un cataclismo previsto?

Juan Luis Cebrián. / Twitter
Juan Luis Cebrián. / Twitter

Instituciones mundiales ya alertaron hace meses de que ningún Gobierno estaba preparado ante un brote de enfermedad a gran escala.

¿Son los gobiernos responsables de un cataclismo previsto?

Los llantos de cocodrilo de tantos gobernantes, en el sentido de que nadie podía haber imaginado una cosa así, no tendrían fundamento, según el académico Juan Luis Cebrián, quien sostiene en El País –periódico del que fue director fundador– que ya en septiembre del año pasado, un informe de Naciones Unidas y el Banco Mundial avisaba del serio peligro de una pandemia que, además de cercenar vidas humanas, destruiría las economías y provocaría un caos social. Así, pues, instituciones mundiales ya avisarion hace meses de que ningún Gobierno estaba preparado ante un brote de enfermedad a gran escala.

"Ha habido sin ninguna duda una negligencia por parte de los diversos ministros de Sanidad y sus jefes, y en Francia tres médicos han presentado ya una querella contra el Gobierno por ese motivo", escribe el periodista Juan Luis Cebrián. En su opinión, "se ha reaccionado tarde y mal", "faltan camas hospitalarias, falta personal médico, faltan respiradores, y falta también transparencia en la información oficial", hasta el punto de que "en nuestro caso los periodistas tienen incluso que soportar que sus preguntas al poder sean filtradas por el secretario de Comunicación de La Moncloa".

Posible inconstitucionalidad

Del mismo modo que ya hiciera en MUNDIARIO el magistrado y doctor en Derecho Alfonso Villagómez, Cebrián comenta que "cunden" las dudas sobre "la constitucionalidad en el ejercicio del estado de alarma". En su caso, añade que "la impresión dominante es que el Gobierno es prisionero en sus decisiones de los pactos con sus socios de Podemos y los independentistas catalanes y vascos".

"En descargo de nuestras autoridades puede apelarse por desgracia a parecidos errores cometidos en la Unión Europea, cuyo fracaso institucional, si no despierta a tiempo de la parálisis, amenaza con ser definitivo", concluye Juan Luis Cebrián. @mundiario

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