Palestina, entre la espada y la pared: ya solo nos quedan palabras

Un niño palestino detenido.
Un niño palestino detenido.

Palabras que no pueden desbloquear un bloqueo mortal que mata a niños, mujeres, viejos… inocentes, un bloqueo que mata biográfica y económicamente a Palestina.

Palestina, entre la espada y la pared: ya solo nos quedan palabras

No nos queda más que pocas palabras que  nos consuelan y al mismo tiempo nos queman porque no pueden cambiar nada.

Palabras que no pueden desbloquear un bloqueo mortal que mata a niños, mujeres, viejos… inocentes, un bloqueo que mata biográfica y económicamente a Palestina.

Palabras que no pueden hacer libre a la tierra palestina usurpada por la ocupación israelí.

Palabras que no pueden devolver la vida a Saladino ni a los mártires que murieron por la independencia de su tierra sagrada.

Palabras que no pueden poner límites a los planes de los sionistas que han desatado la primavera árabe para hacernos olvidar a Palestina y poder  crear un imperio judío desde Nilo en Egipto hasta Éufrates en Siria.

Palabras que no pueden acabar con la masonería; un lobby que quiere perturbar a todo el mundo apoyándose en la red sionista israelí.

Palabras que no pueden hacer frente al pulpo estadunidense que tiene manos en todas partes del mundo y sobre todo en Palestina a  través de la ocupación israelí para mantener sus intereses económicos en Medio Oriente.

Palabras que no pueden representar a Palestina olvidada por los representantes.

Palabras que no pueden defender a Palestina ni evacuar a los sionistas israelíes porque quedan abstractas.

Palabras que van al olvido como mariposas que llevan una vida corta.

Palabras que no tienen valor porque no se dicen en voz alta por los líderes traidores de Palestina.

Palabras que cambian según las circunstancias de Palestina sin poder cambiar el objetivo sionista que no se cambia.

Palabras que no pueden derribar el mercado político donde se venden las almas humanas.

Palabras que no pueden normalizar las relaciones con la ocupación israelí como lo hacen bien los gobernantes.

Palabras que viven y envejecen con el mismo sentido de Palestina, un sentido cambiado y manipulado por las fuerzas mundiales.

Palabras que mueren dejándonos sus niñas que dicen: Palestina libre para siempre.

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