¿Soldados antes que policías?
En la localidad de Castro Urdiales en Cantabria está patrullando las calles una unidad del Ejercito de tierra allí desplazada. Los soldados vigilan el cumplimiento del confinamiento de los vecinos por la Covid-19, y aperciben a los que salen sin motivo justificado que regresan a sus casas.
En general, los vecinos los acogen con aplausos de agradecimiento por su labor. Qué diferencia con la actitud de policías nacionales que no realizan advertencia alguna, sino que directamente formulan el correspondiente parte de sanción, por órdenes del máximo responsable del ministerio del Interior, en una alocada carrera por batir el récord mundial de multas por habitante.
Sería absolutamente inimaginable que en una situación de normalidad las Fuerzas Armadas realizarán funciones de mantenimiento del orden público.
Algunos hemos escrito –incluso tesis doctorales– sobre la posición de las fuerzas de seguridad en el sistema constitucional, absolutamente alejada de la que corresponde a los militares.
A la vista de lo que está pasando en esta crisis pandémica, ¿tenemos que replantearnos esas posiciones de policía y ejército en esa nueva normalidad? ¿O quizá solo sea suficiente con relevar a quien ha dictado a la policía instrucciones de muy dudosa legalidad? @mundiario