La sentencia será condenatoria ya que los defensores admiten que hubo desobediencia
“Visto para sentencia”, cuatro meses después. La vista del procés quedó zanjada tras escuchar a los doce acusados, que cerraron el juicio con un alegato político. A Marchena le queda ahora la ponencia de la sentencia, que deben asumir los otros seis magistrados y ser entendida por la opinión pública.
Cuatro meses después, “visto para sentencia”. El tribunal que juzga a los líderes independentistas ha escuchado durante 52 sesiones los dos relatos del procés: 1) el de los acusados, para los que lo sucedido en Cataluña en el otoño de 2017 fue un ejercicio colectivo y pacífico de derechos fundamentales, y 2) el de las acusaciones, para quienes hubo un alzamiento violento o al menos tumultuario. Primera conclusión: la sentencia será condenatoria porque hasta los defensores admiten que hubo desobediencia.
Todos los acusados aprovecharon su último turno de palabra para pedir una “solución política” al conflicto político catalán.
El Tribunal Supremo tiene ahora la tarea de emitir una sentencia que está llamada a ser el relato judicial del procés.
La vista del procés ha quedado zanjada tras escuchar a los doce acusados, que cerraron el juicio con un alegato político.
Al juez del Supremo Manuel Marchena le queda ahora la ponencia de la sentencia, que deben asumir los otros seis magistrados y ser entendida por la opinión pública.
¿Habrá indulto? El analista político José Antonio Zarzalejos ofrece en El Confidencial la respuesta a esa pregunta de un experto: "No habrá indulto. El derecho de gracia lo titulariza el Rey según la Constitución, que debe firmar el real decreto motivado del Consejo de Ministros, refrendado por el ministro de Justicia. Y esa hipótesis no se va a dar. La vieja ley de 1870, ni tocar."
¿Las invectivas de la oposición que acusan al presidente Pedro Sánchez de haber pactado el indulto no serían ciertas?, se plantea Zarzalejos. “No lo son. Sánchez está bien asesorado y lo que considerará en su momento, solo en su momento —y falta mucho para que llegue—, será una proposición de ley orgánica, no un proyecto de ley, elevada por algún grupo parlamentario, o quizá por el propio Parlamento de Cataluña, para una modificación del Código Penal”, responde su fuente. @mundiario
