Sentencia del 'caso Malaya': ¿Por qué se han rebajado las penas?
El ‘caso Malaya’ se salda con penas más leves que la petición fiscal. Roca, cerebro de la trama, condenado a 11 años y 240 millones de multa. Seis años de pena para Marisol Yagüe.
La primera reflexión apresurada sobre la sentencia que ha sido hecha pública este viernes por la mañana tiene que poner el acento en la rebaja de las penas impuestas a los principales procesados sobre las que habían solicitado las acusaciones. Algo que no ha pasado desapercibido como es natural a la opinión pública. Pues bien a lo largo de los cien folios de un texto judicial complejo pero esquemáticamente explicado, la Audiencia de Malaga ha encontrado fundamento para la reducción de las más altas penas pedidas. Un fundamento que está, entre otras circunstancias sobre las pruebas, en la aplicación de atenuantes por dilaciones indebidas, e, incluso, por defectos sustanciales en algunas medidas adoptadas durante la no menos compleja instrucción.
La jurisprudencia ha evolucionado desde la inadmisión de estas "atenuantes", entendiendo que la reparación debía tener lugar a través de la figura del indulto o de la reparación por indemnización del Estado por el anormal funcionamiento de la Administración de Justicia, hasta su aplicación ahora como atenuante analógica.
El fundamento de esta rebaja de las penas lo encontramos básicamente en la compensación destructiva de la culpabilidad, y consecuencia del mal funcionamiento de la Administración de Justicia.
Se trata de un concepto indeterminado, complejo, casuístico y que debe contextualizarse según las circunstancias concretas habidas en la tramitación de la causa, no pudiendo ser simplemente entendido como el no cumplimiento de los plazos procesales o de cualquier defecto en la instrucción. Se debe valorar circunstancias, al margen del período de tiempo sin tramitar, la actitud de las partes, la dificultad de las diligencias a practicar y, en fin, la misa complejidad de una causa como esta.