La segunda vuelta en Perú se polariza entre ataques y denuncias

Un peatón camina por una avenida de Lima. RR SS.
Un peatón camina por una avenida de Lima. RR SS.
El maestro izquierdista Pedro Castillo y la conservadora Keiko Fujimori acortan su diferencia en las preferencias electorales. En tanto, simpatizantes de ambos se enfrentan en las calles. 
La segunda vuelta en Perú se polariza entre ataques y denuncias

La segunda vuelta en Perú se polariza cada día más. El maestro izquierdista Pedro Castillo y la conservadora Keiko Fujimori han acortado diferencias en los últimos sondeos publicados por las encuestadoras a menos de un mes para el balotaje del 6 de junio próximo. A mediados de abril, Castillo le llevaba una ventaja de 20 puntos a Fujimori en intención de voto. Sin embargo, entre ambos candidatos ahora hay un margen de dos puntos. Esto, sin duda, se ha dado por las últimas movidas electorales. 

Fujimori ha recibido el apoyo oficial de los partidos de la derecha peruana. El último sábado, Alianza para el Progreso (APP), cuyo líder es el empresario César Acuña, proclamó su adhesión a la aspirante de Fuerza Popular. “Nuevamente entramos a campaña para defender al país”, dijo Richard Acuña, vocero de la formación. Días atrás, el Partido Popular Cristiano, Avanza País, Renovación Popular, Partido Aprista y Victoria Nacional también se habían pronunciado a favor de la candidatura de Fujimori. 

Por su parte, Castillo firmó hace una semana un pacto con la coalición Juntos por el Perú, de la excandidata y antropóloga Verónika Mendoza. Además, recibió los respaldos del Frente Amplio, Democracia Directa y Renacimiento Unido Nacional, agrupaciones de izquierda que consiguieron pocos votos en la primera vuelta desarrollada el último 11 de abril. En la noche del lunes, el Partido Morado, del economista Julio Guzmán, anunció que no apoyaría ni a Castillo ni Fujimori en esta decisiva instancia. 

Con estos endoses, la brecha fue reduciéndose. La candidata Fujimori, quien postula por tercera vez a la presidencia y ha sido acusada por la Fiscalía de lavado de activos, organización criminal y obstrucción a la justicia debido a los aportes millonarios no declarados a las autoridades para sus campañas electorales de 2011 y 2016, ha logrado evidenciar las debilidades políticas de Castillo en los últimos días. Una de ellas es la renuencia a polemizar por parte de su rival radical.

El pasado 1 de mayo, Castillo y Fujimori tuvieron un debate improvisado en la ciudad de Chota, en la región de Cajamarca. Este evento se desarrolló a pedido del aspirante izquierdista, quien mostró graves carencias de propuestas a diferencia del populismo que empleó su oponente conservadora. Con esta percepción, Fujimori subió algunos puntos y desde ahí reta constantemente a Castillo. Esto, además, porque Perú Libre, formación por la que postula Castillo, ha puesto trabas a la autoridad electoral para la realización de los debates presidenciales a fines de este mes.

Otro ataque de Fujimori, quien tiene un pedido de 30 años de prisión por lavado de activos, hacia Castillo es la ausencia de su equipo técnico. Hasta el momento, el candidato radical no ha querido exponer a los que implementarán sus planes si llega a la presidencia. En cambio, Fujimori sí ha presentado a sus colaboradores, quienes en su mayoría trabajaron con su padre en los noventa. Entre los cuestionados están el economista Jorge Baca, que fuese sentenciado por corrupción, y la excongresista Carmen Lozada, quien tuvo vínculos cercanos con el exasesor Vladimiro Montesinos.

En las calles también se vive la polarización política. Desde hace dos semanas, grandes letreros publicitarios en las principales avenidas de Lima, Cusco y Arequipa exhiben mensajes sobre Cuba y Venezuela en alusión a Castillo. “El comunismo genera miseria y pobreza”; “Cuba: pobreza, muerte, miedo, desesperación”, y “En el Perú está en juego la libertad, es momento de poner el pecho por la patria” son algunos mensajes que apuntan al aspirante de izquierda.

Sin embargo, estas proclamas han ido acompañadas de episodios de violencia. El último sábado, el empresario y excandidato presidencial Rafael López Aliaga convocó a una Marcha por el Perú bajo el lema “Salvemos la democracia y nuestra libertad” en respaldo a la campaña de Fujimori. Al final, ante cientos de personas, exclamó: “Muerte al comunismo”. Los asistentes le respondiero: “¡Muerte!”. Y azuzó nuevamente: “Muerte a Cerrón y a Castillo”, para recibir otra vez el eco: “¡Muerte!”. Y ello se continúo con lo ocurrido en la noche de ayer cuando un grupo de personas buscó agredir a simpatizantes de Castillo en una casona en el cercado de Lima. 

La prensa local respalda en su mayoría a Fujimori. En las redes sociales -como Facebook, Twitter e Instagram- prolifera la desinformación a través de los fake news, que también han entrado a tallar en esta recta final de la contienda electoral. @mundiario

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