Los seguidores de Podemos desaprueban el cambio entre Montero y Errejón

Irene Montero (izq.) e Íñigo Errejón. / Facebook.
Irene Montero (izq.) e Íñigo Errejón. / Facebook.

Un estudio publicado este lunes revela que los simpatizantes del partido no aprueban el relevo en la portavocía del Congreso.

Los seguidores de Podemos desaprueban el cambio entre Montero y Errejón

El Confidencial ha publicado este lunes los resultados de un sondeo que indican que los simpatizantes de Podemos no han quedado del todo satisfechos con el nuevo modelo dirigencia de la agrupación. Según las estadísticas de este estudio, el cambio que más resintieron los seguidores morados fue el del relevo en la portavocía del Congreso, que pasó de ser ocupada por Íñigo Errejón a ser ahora responsabilidad de Irene Montero. Un 45.4% de los encuestados demostraron su rechazo a esta maniobra. La empresa encargada de elaborar el estudio tomó como "simpatizantes" a todas aquellas personas que votaron a los morados en las pasadas elecciones del 26 de junio.

La rotación entre Montero y Errejón fue aprobada únicamente por el 27.3% de los participantes en el estudio, en tanto que un porcentaje similar no tiene una opinión definida al respecto. El estudio se condujo entre el 7 y 15 de marzo, dos semanas después de que Montero diera el paso a su nueva oficina. Los simpatizantes difieren y mucho con los militantes del partido, que fueron los que eligieron el nuevo rumbo del mismo en Vistalegre II. Pese a que la votación de dicho evento no fue explícitamente por la remodelación de la cúpula, aunque se daba por hecho de que sería así si el proyecto de Pablo Iglesias ganaba la consulta, Montero ya concurrió como la segunda al mando del partido, en la propuesta que ganó sin problemas en la asamblea.

El grado de satisfacción por esta rotación sube entre los encuestados que votaron a los morados (un 35% a favor con un 42% en contra) como entre quienes tienen intención de ello, con un 39.6% contra el 40.2%. En otras palabras, entre los perfiles de simpatizantes salvo quienes no están seguros de si votarían por el partido. A la vez, la satisfacción de los simpatizantes en relación a este cambio sube entre los más jóvenes de los encuestados.

La asamblea estatal del partido fue precedida por una suerte de guerra fría entre los altos mandos de la agrupación, lo cual se cebó la moral de sus seguidores. Así, tan sólo el 12.5% de los simpatizantes del partido han revelado sentirse más cercanos al mismo tras el cónclave, contrastando con el 32.2% de quienes se admiten alejados del mismo. Para un 46.2%, el congreso no ha arrojado ningún tipo de efecto y el 9.1% "no sabe o no contesta", especifica el diario.

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