Sánchez e Iglesias se reunirán tras el Congreso Federal de los socialistas
Los líderes del PSOE y Podemos insisten en sus acercamientos y se entrevistarán por primera vez desde el año pasado, una vez superado el espectáculo de la moción de censura.
Donde manda el corazón, no manda la razón. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias están dispuestos a volver a hablarse para intentar lo suyo una vez más. Los líderes del PSOE y Podemos se han enviado mensajes mutuos la mañana de este jueves y han acordado que se reunirán tras el 39º Congreso Federal que el partido socialista celebrará este fin de semana.
El líder de Podemos ha dado el primer paso y mandó un mensaje a Sánchez en el que le informó que valoraba "positivamente la relación y el tono de ambas formaciones en el debate sobre la moción de censura a Mariano Rajoy", de acuerdo al partido. En el cuartel general de los rojos no quisieron celebrar más de la cuenta y se limitaron a decir que su titular "respondió con cortesía" al detalle de Iglesias.
El jefe de Ferraz no oculta su deseo de encontrar lo más pronto posible la vía para crear una mayoría alternativa al PP en el Congreso de los Diputados. Con ese fin, según un artículo redactado en El Mundo, invita a Podemos y Ciudadanos a dejar sus vetos mutuos y trabajar en unidad contra el partido conservador. "Quiero manifestar abiertamente que me esforzaré para conseguir cuanto antes una amplia mayoría parlamentaria en el Congreso que desbanque al PP del Gobierno. Pero si continúan los vetos buscaré decididamente ese apoyo mayoritario al cambio en las urnas", reza el texto de Sánchez.
Al ser interrogado por una posible reunión formal entre Sánchez y su jefe inmediato, Irene Montero, jefa de Gabinete de Podemos, avisó que todavía no hay ningún plan concreto. "Sé que tiene cierto interés periodístico, pero lo importante es que fluya la relación", señaló. "Esperamos que cuando cierre su transición los socialistas nos prefieran a nosotros que al PP y a su muleta", prosiguió.
Las relaciones entre ambos se habían enfriado en los últimos meses pero las aguas empezaron a retomar su cauce lentamente durante el debate de la moción de censura contra Rajoy, último disparate de los de Iglesias. Pese a que ambos se intercambiaron miradas y palabras, quedó en evidencia que ninguno ha superado los pleitos que llevaron a la ruptura de las relaciones en 2016.
En Ferraz, no obstante, no están dispuestos a formar una alternativa con grupos independentistas, por lo que han arrojado la responsabilidad a Ciudadanos. "Sabemos que Ciudadanos no está a la izquierda, pero hay momentos en la política en que hay que sumar", explicó José Luis Ábalos, portavoz socialista, durante su intervención en aquel debate.
Pero en toda pareja hay diferencias, berrinches y recelos, y en este caso es Iglesias quien se niega a acceder a las ideas del PSOE. El líder morado llegó a atacar a Rivera achacándole ser un inútil en la política y ningunear intelectualmente. En Podemos se insiste en que Ciudadanos "es la filial naranja" del PP y ha exigido al PSOE "que no criminalice a ERC", pese a que éstos están a favor de un referendo unilateral y la independencia de Cataluña. El pleito con C's dejó claro que Podemos apuesta por la bigamia, pero solo la que ellos quieran.
La posibilidad de que el PSOE una filas con Podemos y sus satélites podría poner de punta al PP. José María Aznar, expresidente de España y tótem de los conservadores, ha avisado este mismo jueves que los socialistas no pueden permitirse presentar una mayoría alternativa con populistas, independentistas y portavoces del terrorismo pues eso sería resucitar a los enemigos que los españoles enterraron en 1977. En Génova están al tanto que Sánchez no hizo rodar la cabeza de Rajoy, a quien considera un presidente "censurable", solo porque no le convenció el proyecto presentado por Podemos. Ferraz se maneja con discreción en sus coqueteos con Podemos, que no ven las horas de volver a tenerlos entre sus brazos.
