Sánchez se desmarca del rey Juan Carlos y afirma que “no hay espacio para la impunidad en España”

La crisis política en la monarquía española también tiene conexión con el estamento del poder en Madrid, donde el Ejecutivo no se salva de la exigencia que la población le hace para que interpele con imparcialidad y rigurosidad a la Corona.

Hoy por hoy, el Reino de España es sacudido por el imperio de la corrupción. Y es que desde las filas del poder monárquico se ha violado la moralidad política y legal de la ética del Estado, ¿también merece el Gobierno ser castigado por la justicia debido a que la máxima figura de la jerarquía del trono español ha sido corrompido?

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Ese es el debate que se ha reabierto en el país debido a la situación del rey emérito Juan Carlos por su presunto dinero oculto en Suiza. Si el Rey pudiera ser juzgado, ¿por qué no pudiera ser llevado ante la justicia el jefe de Estado? Es otra de las interrogantes que predomina en la opinión pública nacional. 

Ha sido cuestionado el principio de la inviolabilidad del jefe del Estado español, que es el rey Juan Carlos, luego de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostrara a favor de limitarle el ejercicio de su cargo.

“Es preciso reflexionar sobre el principio de inviolabilidad que la Constitución concede al rey y ver qué solución se le da. No hay espacio para la impunidad en nuestro país”, ha dicho Sánchez este jueves.

Esto implica que el jefe del Ejecutivo ha lanzado una propuesta que podría abrir el debate en el Congreso en torno a si es procedente y meritorio reducir el período de ejercicio del cargo de jefe de Estado al rey Juan Carlos, aunque esa acción requeriría de un pronunciamiento por parte del rey Felipe VI, pues si este se opone a la apertura de la moción, entonces su veto dejaría sin efecto a la propuesta del presidente del Gobierno, lo que generaría una ruptura del hilo constitucional y del orden democrático en el país por el espacio o vacío jurídico que se reflejaría en un retardo procesal o, posiblemente, impunidad, para el rey Juan Carlos, a quien no se le ha podido comprobar irreversiblemente su presunto ocultamiento de dinero fruto de la corrupción y capitales mal habidos en Suiza, que es uno de los paraísos fiscales más buscados del mundo por parte de políticos, grandes empresarios, testaferros y presidentes involucrados en estructuras de fraude financiero y lavado de dinero. @mundiario